domingo, 29 de marzo de 2015

CONFITEOR

Creo que puedo afirmar, sin temor a quedar como vanidoso, que soy una persona bastante sociable. Bueno, es que en verdad me gusta vincularme con la gente, generar lazos, estar al tanto de lo que sucede en diferentes ámbitos, por eso -entre otras cosas- suelo ir a todas las fiestas o reuniones a las que me invitan, aunque la única persona que conozca en el lugar sea la que decidió llevarme. Todo va bien hasta que esa misma persona que me invitó, en algún momento en el que se produce una pausa silenciosa, tiene la despreciable idea de señalarme con el dedo y decir en voz alta, para que todos lo escuchen: Un minuto de atención, por favor, quiero que sepan que mi amigo es escritor. Uuuh, perolaputamadre. En ese instante sucede algo muy difícil de explicar, la comunicación de mi compañero provoca una serie de vibraciones sutiles en el aire, muy parecidas a las del efecto doppler, que hacen que la atmósfera de la reunión cambie, como si todos los concurrentes -lenta y gradualmente- se acomodasen en sus sillas y adquirieran atributos que segundos antes no habían mostrado, la indecisión del Príncipe Hamlet, el idealismo del Quijote, la desvergüenza de Ana Karenina, la crueldad del payaso Pennywise; es lo más parecido que puedo imaginar a un cambio repentino de dimensión o de plano. Lo cierto es que después de algunos comentarios y preguntas acerca de mi actividad, todo vuelve a la normalidad y los invitados continúan comiendo, bebiendo y contando sus aventuras cotidianas. Pero no, la información queda registrada en la mente de cada uno y ya nada es como en un principio. Entonces, en algún momento en el que sólo estoy prestando la cara porque no tengo otra cosa mejor que hacer que reflexionar sobre la enorme cantidad de insectos que hay en la selva amazónica, descubro que varias personas están mirándome fijamente, sonriendo con picardía. Hasta que alguna se anima y me lo suelta: Supongo que estarás tomando nota de todo lo que hablamos, con nuestras anécdotas vas a tener letra para escribir un libro entero, ¿no? Yo callo, sí, callo y aprieto los labios para no dejar escapar una sílaba, pero digo que sí con un movimiento tonto de cabeza, ofrezco una sonrisa indulgente y bajo la mirada, mientras por dentro le grito al tipo que no, que ninguna de las historias que contaron podría servirme para escribir nada de nada, porque son cosas obvias, aburridas, frívolas, triviales, le revelo que ni siquiera podría armar una oración interesante basada en lo que oí durante la reunión. Sin embargo, al tiempo me sorprendo escribiendo -con mucho empeño- un texto atípico como éste, un inclasificable que roza la confesión lisa y llana, y entonces me doy cuenta de que ellos, los invitados, tenían toda la razón.


Dedicado a Ato.

TOLERANCIA

Paciencia 
camino del tiempo
saliendo a la luz 
gozo en el amanecer
suspiro al andar
fortaleciéndose la vida,
en el transitar de sueños perdidos.
Malinterpretada como cobardía
sin comprender 
que de ella surge el respeto 
en total hidalguía
enseñanzas de lo grandioso de la existencia
entre los vaivenes de los sarcasmos
de momentos complejos.
Instante agreste
donde la tolerancia
está siendo superada
en los embates de malos ratos
la lógica y la razón vienen para apoyarla
ya que la ira se sustenta
de la furia que no se contiene
arrastrando cuál torbellino
todo lo querido.
Infame el que logra
que continúe sin reparo
pues debe ser un ignorante.
¿Cuánto se debe superar
ante la arrogancia
del que no comprende tal valor?
extraordinaria distinción 
continuar con honor.

Sandra Méndez

Aventuras en la gran ciudad. Capítulo 1(Continuación)

"Muchas pequeñas cosas, hechas por muchas pequeñas personas, en muchos pequeños lugares, podrán cambiar la faz de la Tierra".
Proverbio chino
El miedo puede transformarse en valor, así como el odio en amor o el llanto en risa. No sé en qué parte de nosotros está esa capacidad para la alquimia emocional, pero tengo que reconocer que me admira y que me siento orgullo de ser humano por ello.
Más o menos fueron 24 las horas que tardé en transmutar esa emoción paralizante en valor...
Apenas había podido pegar ojo en toda la noche. Las imágenes de aquel aparato desvencijado me habían dejado descompuesto. Sólo les diré que lo que vi era un “exorcismo”, practicado por la propia Esperanza. Ese era su modus operandi siempre, antes de presentarse como la nueva "mesías" que había venido a liberar al mundo del mal.
Por desgracia, pronto descubrí que quienes le seguían eran muchos, y todos tenían la peculiaridad de ser personas muy vulnerables, personas que nada podían hacer contra su poder o su fuerza psíquica... Ella les manipulaba o manejaba como le venía en gana, quedándose siempre con su dinero...
El reto estaba servido sobre la mesa. No había duda de que se trataba de una secta y de que aquella señora era muy peligrosa. Tampoco había duda en mí en algo... No, no podía quedarme de brazos cruzados, mientras aquel individuo se seguía aprovechando de la inocencia y fragilidad de otras personas para enriquecerse, de forma miserable, repugnante, escalofriante...
Continuará...

PECADO

Desfallece toda esperanza
En donde ninguna flor brilla
Donde ninguna luz resplandece,
Solo la bruma y el olvido
De aquellos dias que ya no estan
Solo quedando el dolor y la verguenza
Donde los sueños perecieron
Solo el dolor abunda
Y el pecado es el rey
Hasta que vi la luz en tus ojos
Me has salvado de mi triste eternidad
Y has sembrado en mi, el amor.

ASPIRACIÓN

Sueño del tiempo
caricia de los pensamientos
cual gotas de la vida
busca el sustento 
de la cadena intangible del aprecio.
Lazo sublime de la humanidad
obteniéndolo en una sonrisa
con la esperanza de lograr 
el mañana colmado de riqueza
entre dicha, comprensión y amor.
Regalo grandioso
otorgado a la humanidad
etéreo, sublime en hidalguía 
buscando en cada suspiro
ser acogido 
con el valor que le ostenta.
Sentimiento que engrandece 
sin medir condición
para la dicha de quien lo tiene.
¡Haciéndose sublime
en cada fibra de la mente
camino de la paz interior
sin odio para crecer con honor!

Sandra Méndez

EL PIANO

El piano de aquella
extraña melodía
anunciaba algo
que muchos desconocían.
Poco a poco
esa extraña melodía
se fue popularizando
y aun así la gente
desconocía que decía.
Uno, dos, veinte
todo el mundo
fue invadido por ese piano
que todos desconocían.
Cuando la melodía 
ya había penetrado 
en el inconsciente colectivo
el piano 
aun seguía tocando una melodía 
que nadie entendía.
Y así paso el tiempo.
El piano continuo sonando
con una melodía extraña
que nadie entendía
pero nadie podía admitirlo
ya que si no 
quedaría fuera de ese grupo
llamado sociedad.

Fragmentos de Xelton Urbina

"Aunque nos cause un nudo en la garganta destinarlo en nuestra extenuada razón; la belleza es lo de menos, cuando el corazon nos delata desde el otro lado de la cerca, y por su parte, los sentimientos, con su indolente existencialismo, también nos eructa atrozmente otro sinfín de cosas, sin que la redundancia tenga algún valor en lo absoluto"


"¿Existirá el amor a primera vista? Nadie lo sabe, ¡Pero lo que yo sí sé con impoluta certeza!, es que que el dolor que causan las secuelas de algún amor germinado en el olvido, casi siempre son severamente funesta, asi sea a primera vista o asi dure tres eternidades en el corazón"


"Tranquila, no dejaré de escribirte, aun asi, cuando no me queden manos para hacerlo, ni saliva para recitar tu nombre, ni aun asi cuando mis lápices se queden sin tinta dejaré de escribirte, por estoy totalmente seguro has el exilio, que tendré mucha tinta indeleble en el corazón sagazmente naciente de ese amor tuyo, suficiente como para plasmarte inerte en mis pensamientos, es mas, no lo hare en insípidos papeles rotundamente longevos, si no, envueltos en exquisitos sentimientos perpetuos dentro de mis recuerdos."


Xelton G. Urbina

NOCTURNO INSONDABLE

Vierte sal en mis labios heridos,
vierte tu llanto amargo,
vierte en mí perfume de narcisos doloridos.
Cómo duele estarse aquí,
aquí en lo hondo…
¡En lo hondo
o en las sombras insondables de tu amor!
En esas sombras de noches frías
que petrifican la vida
con las más fieras melancolías.
Cómo duele estarse aquí,
aquí incrustado –cual negra perla-
en los recuerdos que desgarran el alma,
y que son como aquellos besos suaves
que, tras romper la roja aurora,
calcinan la tersa piel.
Y aún somos, vida mía, un mismo misterio,
un mismo misterio entrelazado
en el cáliz de terciopelo
de la álgida ausencia.
Y aún somos, vida mía, un mismo misterio,
un mismo misterio que se deshace,
-¡Oh Dios!- que se deshace,
que se deshace en su intento de arder…
Vierte sal en mis labios heridos,
vierte tu llanto amargo,
vierte en mí perfume de narcisos doloridos.
Pero que no diga el silencio
que mis manos no tiemblan de dolor.
Pero que no diga la eterna noche
que mis labios no claman por tu amor.
Y lo somos todo.
Y no somos nada…
Y mis ojos vagos, y mis locos ojos,
buscan en las honduras de lo negro;
el aleteo afable de tu voz;
buscan en las honduras de lo negro,
los lampos de tu tibia sonrisa
y la tristeza rutilante de tu adiós.
-¡Oh Dios!- Cómo me desvanezco 
en el intento eterno
de alcanzar las playas lejanas e imposibles del olvido,
de alcanzar lo inalcanzable,
de dormir profundamente en aquel regazo consumido.
¡Pero vierte sal en mis labios heridos!,
vierte llanto amargo,
vierte en mí perfume de narcisos doloridos.
Porque cómo…
Porque cómo duele estarse aquí,
aquí en lo hondo…
¡En lo hondo 
o en las sombras insondables de tu amor!

SONETO DE LA HUIDA

Esa acerba sensación que se siente
al comprender que uno no es uno, sino
dos encerrados en el mismo barro fragmentado,
dos enemigos que yacen bajo un solo reflejo.
Y la vida se convierte en una huida,
en una dolorosa huida de uno mismo,
en un desprecio a lo que uno es, sin serlo.
Porque el hombre es triste nada que mira al infinito.
Cómo vuela a lo lejano ese yo soñador,
cómo se funde con lo sagrado en el hombre,
cómo se embriaga con dulces infinitos
mientras se ve a sí mismo atado, fustigado,
ciego y mudo en ese piélago de sombras muertas.
Oh tristeza! Cómo se ve y finge no verse…

lunes, 16 de marzo de 2015

¿Te digo un Secreto?

Te mentiría si te dijera que te amo
y no contarte mis secretos,
Aunque estos en realidad
nunca existieron,
Comenzaron a formarse
cuando comencé a amarte.
La verdad no tenía idea
de lo que significaba
esa utopía. ¿Pero dime?
¿Será un secreto decir que te amo
aunque este ya lo sepan todos?
Pues fue fácil, el ver en mi mirada
esa loca reacción, al cada día verte
aunque sea a millas, con tan solo
ver tu silueta y dejando a un lado
los dolores pasados, en tres segundos
sin contar el cuarto que me hizo
Enamorarme de ti, provocando
secretos de esos que no se pueden
decir al viento, pero del que siempre
hablaré, es el que siempre te voy amar.
Si, ese mismo, que te voy amar hasta mi fin,
pero nunca sabrán a quien le voy amar
fielmente, sin que los estorbos
de la vida, nos impida amarnos
hasta nuestro auge.
Solo espero eso, para que nada
impida amarnos, ni la edad,
ni él, ni ella, ni ellos, ni en el
mundo tan paralelo que vivimos,
ni en la vida caprichosa que consecuentamos.
Amor, te estaré esperando haya donde
nadie juzga a nadie, y si no llegas
no te preocupes. Solo diré, gracias.
Por que en ti conocí el amor.

HUELLAS DE MAESTRANZA

Qué es infinito, pregunté a mi maestro de epistemología Carlo Federicci. Con una risilla un tanto perversa me miró, se acarició la cabeza  de escaso cabello blanco  y después de un silencio largo empezó a empacar sus cosas.  Todos quedamos en silencio y por un segundo sentí que había hecho la pregunta más estúpida del mundo, me sentí tan estudiante. Avergonzada esperé una retaliación severa del gran sabio de la lógica matemática. Mientras sentía que me desmoronaba, el maestro se acercó indicándome que observara atentamente. Tomó una tiza y empezó a trazar una línea continua por todas las paredes del salón hasta llegar a la puerta; la abrió invitándome a seguirlo. Su trazo se tomó las paredes del corredor, las escaleras, llegando sin parar hasta el patio. Haciendo maromas increíbles, se dirigió hacia su carro escarabajo de color azul pálido.  Sin dejar de dibujar abrió la puerta y arrancó despacio. Desde atrás quedé yo mirando cómo su mano se extendía hacia el piso aún con la tiza, la cual no dejó de cumplir su labor hasta que desaparecieron a lo lejos.
No era una pregunta estúpida después de todo, me dije mientras trataba de salir del estado de conmoción.  En ese momento y con esa imagen entendí por qué quería ser artista y compartir mis deseos con otros. En la mitad del patio de bellas artes de la Universidad Pedagógica Nacional, una fría mañana  Bogotana,  aprendí mucho más que en las eternas clases de solfeo y armonía. Allí entendí, que el conocimiento es una mágica unidad plural, el gran maestro había realizado un performance para responder a una adolescente de 15 años que tal vez preguntó por instinto y deseo de saber sobre algo que siempre le había inquietado.
Más tarde y literalmente más tarde, como a eso de la 3 p.m., me tomé el derecho de presentarme con un grupo de música experimental, debo aclarar que no tenía idea de lo que significaba experimental. Nos presentamos en el patio de la Universidad Nacional, con una variedad de instrumentos tocados por 6 adolescentes convencidos y yo, una directora que sólo tenía ganas de hacer. El grupo experimental de Bogotá llevaba  3 meses montado temas un poco difíciles de definir. Sentado en el  fondo del patio un hombre de barba larga y anteojos redondos escuchaba atentamente. Al terminar el concierto y mientras recogíamos todo, este hombre se me acercó diciéndome: “ -oiga hermana esa música es suya?-….” Al voltearme, ante mí, estaba  nada más y nada menos que Jorge López, creador y director del grupo Yaki Kandru.
Todo artista o estudiante universitario de esta época sabía que este grupo era el más importante de Latinoamérica. Con pudor le contesté, un tartamudeado sí. Sus ojos se abrieron y con ceño fruncido me dijo, nunca se avergüence de sus actos, la espero en esta dirección mañana a la 4 p.m. Me entregó los datos en una hoja de cuaderno que le alcancé.  Al otro día me presenté al sitio y empecé una historia de 10 años recorriendo el mundo al lado de tan generoso maestro e importante grupo.
Este ejercicio de recordar algunos de los maestros que dejaron una huella maravillosa en la arcilla de mi pensamiento,  es un ritual permanente y sagrado que realizo cada vez que estoy próxima a un intercambio de experiencias  en un aula. Muchos profesores tuve, muchos docentes trataron de llevarme por el camino de su verdad, pero solo los maestros me dejaron ser, sólo ellos  respetaron mi naturaleza con la claridad de saber que solo podían interactuar conmigo en una búsqueda paralela. Por ellos soy artista, por ellos quiero interactuar con otros.
Si cada uno de nosotros hace este ejercicio, seguramente encontrará en sus recuerdos más vívidos, frases, situaciones, gestos, reacciones de maestros que nos dejaron una profunda huella. Posiblemente no recordemos exactamente los temas que nos expusieron,  pero de manera cinematográfica podemos revivir esos momentos que por sus actos nos transformaron. Es allí, en esa humanidad curiosa y despojada de enfermedades endémicas provocadas por el estatus, donde está el embrión del tejido en constante construcción que provoca conocimiento.

Debajo de mis sonrisas

Estoy segura de que ves
Debajo de mis sonrisas
Que ya he aprendido a perder
Y he visto todo hecho trizas.

Pero no me pueden romper
Y no me doy por vencida
Aún sueño con conocer
Qué me depara la vida.

Por eso he vuelto a renacer
Desde mis propias cenizas
Y nunca dejo de creer
En que existe una salida.

Un camino por recorrer
En donde esté contenida
Por unos brazos y una piel
Que me quiera de por vida.

SOBRE LA SOLEDAD Y OTRAS MENTIRAS

El caminante nocturno
guiado por las señas 
de un destino que no cree tener 
hasta que llega al descubrimiento 
de que nunca a estado solo.
En un viaje, 
en donde parece una pendiente interminable hasta que llegas, 
o a veces al caminar entre escombros 
de un reino destruido por sus propias manos.
En los hilos intrincados del destino
la marioneta que busca en su disentir las respuestas 
en el risco de sus inseguridades, 
o la fuerza a través de las señales 
que solo están en su interior.
Aun al estar al borde de perderlo todo 
siempre llego un impulso, 
el impulso suficiente para alcanzarlo todo 
aun en las noches mas oscuras. 
¿será que Existes?

EL DEAMBULANTE 
FRANCISCO ESCALONA NICOLAU 
PANAMA, REP. DE PANAMA 
derechos reservados del autor

LA VENGANZA DEL BRUJICIO


Tratare de ser crudo con las historia que a continuación narrare
El transito del domingo al lunes fue caótico , vertiginoso, intenso , no apto para un común mortal, era para alguien que sepa soportar , aguantar ,penas , tristezas y saber mantener su sonrisa y también disimularla en las lineas de expresión de su rostro. Todo cayo de golpe, responsabilidad , tristeza , decepción , luego del frenesí, el placer , revelaciones,inexplicables, fortuitas, después de la intimidad de un instante, silencio e indiferencia en otras fuentes, la soledad de un domingo se prestaban para todo.
Para el lunes , las ilusiones y el buen amor , habían ayudado a ordenar la historia general, de pronto , una vieja anotación entre sus cuadernos lo regreso a la idea de venganza. Si bien no le podía dar muerte al causante del descalabro económico a su familia y a sus proyectos personales, pre-profesionales y hasta literarios, desparecer al causante de esto, pensar en su familia, en la orfandad de su único hijo, lo hacia regresar hacia sus propios pensamientos.
El no era un violento, ni criminal, peor un asesino...!Yo no soy eso ¡ se decía hacia sus adentros...
lo arrinconaba el remordimiento, la culpa, la conciencia, le decía ¿por que permites que un abusador , someta y manipule a una mujercita de 17 años? Lamentablemente sin el teléfono y mas indicios, pruebas se podía hacer nada, cosa que luego cambiaría...
El silencio se había apoderado de sus pensamientos y ninguna llamada ayudaba,estaba descuidando sus proyectos , hasta que se decidió por otro método, el menos inexplicable,idea tirada de los cabellos quizá: Hacerle brujería a través de su letra, el manuscrito encontrado entre sus archivos, con la letra de su propia mano del cobarde y tarado delincuente, seria suficiente para enviarlo al mas allá...¿pero como?
(habla el iniciado) Me había olvidado de comentar que provengo de una familia de hechiceros , ademas tanto mi padre, como mi madre , mi madrastra y mi padrastro ,han sido curanderos , he vivido rodeado de menjunjes, brebajes, pócimas , hechizos , recetas , etc, pocos sabían de mis conocimientos de ciencias ocultas, tampoco que crecí ,rodeado de gnósticos, charlatanes, gitanos, alquimistas y químicos, aprendí muchos secretos que combine en los poderosos rituales de la magia negra y roja, sumado a ella un disciplinado dominio del Satanismo, combinación tras combinación de Macumba brasilera, shango y vudú afrocaribeño, pizcas de ouija, ello me dio herramientas para obtener un poder sobrenatural, que solo se acrecentaba y fluía al calor de la Venganza...pero que me resisto a practicar , por el simple hecho de no tener que dar sacrificios y pagos al Rey de los Infiernos, e se perverso personaje , que cobra con sangre fresca de niños o de vírgenes adolescentes, y cuidado de no proporcionárselo , el muy “Refatal” echa mano de los miembros de tu familia o hasta de tus propios hijos...
No estoy dispuesto a caer tan bajo, por el simple hecho de haber perdido mi hogar , mis mas preciados tesoros, mis libros , mis dos laptops, con una rica información de todas mis novelas y mi repertorio de historias , hasta palabras y formulas clasificadas para cada uno de los futuros clientes con los hechizos mas sofisticados,ademas, el bosquejo de del magazin y el proyecto del periódico mas influyente de curanderismo y ciencias ocultas, todo, todo se fue al infierno , en manos de un vulgar delincuente de la ciudad de Ayavaca, el tarado , no sabe que lo tengo bien conjurado, solo basto “un conjuro gallego”, para no condenar mi alma , no gozo con la venganza , solo le hago una advertencia , de esas que solo me atreví a invocar en contadas ocasiones y con devastadores efectos en la salud de los que me hicieron daño , como decía mi padre: 
¡Todo tiene su contra !
¡ya lo veremos!
Se seca el sudor de su frente, respira calmado.
El poder de la mente , es fuerte y los pensamientos también , solo me bastaba imaginarlo en cualquiera de los días atribuidos para la magia, jamas en el día del demonio, y listo...
Ahora ya calmado de su afiebrado rencor, procedo a cerrar esta historia...
Yo no quise mover un dedo , pero a través de consecutivos sueños reveladores, mis ángeles me dieron buenas noticias, y procedí, era buen tiempo para actuar , el resto solo lo harán las fuerzas de la naturaleza , ¡Como Siempre!

INTERROGATORIO AL FINAL.


Sólo cuando la distancia empieza a saber a olvido
y la ausencia se empieza a notar,
solo entonces tu pensamiento 
a mi recuerdo quiere encontrar.
Y empezará lastimero y solitario 
su interrogatorio final.
¿Dónde está esa mujer que siempre me mira 
y presta sonríe el verme pasar?, 
¿Dónde están esas palabras tiernas y tranquilas 
que se emocionan cuando me ven llegar?.
¿Será acaso que ya no hay luz y no me divisa?
o que a otro lado a de mirar?
¿Por què no me mira, como hace tiempo me miraba? 
y ¿por qué no me dice; ey amigo cómo te va?
Será que acaba de re emprender su vida?
o que sus miradas para mi ya no serán?
¡Que torpe fui al haberla perdido
porque era mi ángel que me acompañaba siempre,
aunque. yo siempre la quise ignorar, 
y ahora que ya no encuentro tus palabras,
Ho ángel mio, siento la necesidad inmensa
de a tu encuentro volar..

CANCIÓN DE LOS ATARDECERES

A FABIÁN PAZ

Y los viste arrastrar sus cadáveres 
A los valles desolados del silencio…
¡Cuántas veces no he contemplado 
El atardecer en las aguas negras de mi cadáver!,
En las aguas negras e infectas del mundo, del hombre animal.
Y desprecio esos ojos extintos, contristados,
Que claman noches eternas o pan fresco o glorias irrealizables
Desde las puertas mancilladas de una vieja iglesia.
Porque el hombre es ser viciado por naturaleza,
Un ser viciado y esclavo perpetuo del anhelo… de sí mismo.
¡Y es que somos unos adictos!
Adictos a la vida,
Adictos al dolor
Que es la madre bella de la santidad,
Adictos, adictos a las revoluciones fallidas del alma…
¡Cómo incluso aborrezco esos narcisos de fuego y ese martillo
Y esa hoz y mucho más ese poema que nos cuelga del remoto pasado
Como un miembro inerte imposible de cortar!
Sé que los viste arrastrar sus cadáveres, Fabián,
Los viste con tus ojos de afable profeta;
Los viste sin verlos como yo vi 
Los atardeceres, los ocasos, las caídas duras de los días;
Los viste sin verlos como yo vi 
El infame desvanecer de lo ya desvanecido,
Como yo vi en ese cadáver apático, inapetente, 
De pétalos negros y trágicos, 
Nuestra propia caída en una fosa o en un cielo inescapable:
¡Lo mismo da!
Porque la vida parece ser
Lo moribundo de la muerte…
¡Pero todo es mentira, maldita sea!
Porque somos todos unos santos.
Unos adictos a lo inerte,
Unos adictos a lo imposible,
Unos adictos al ser…
Quizá por eso, mi amigo,
El Quijote fue el más sabio de los locos…
Quizá…
Quizá…

Homenaje a César Vallejo


Abia Yala.
Desde el relámpago, tu voz.
Al poeta peruano César Vallejo.


Vuela coraquenque, vuela,
unge desde tu vientre al poeta,
remueve los cimientos del yavari,
ebriedad de relámpagos,
ruge Machu Picchu,
las deidades se abrigan al viento,
el verbo, preámbulo invasor, el destierro.

Grita Abia Yala, grita,
han borrado de la faz del verso
tus surcos, mas no tu origen,
truenan en tu boca las chichas del dolor,
urabamba en sus fauces deslinda  
la reprimida historia del ankalli


huye arawix, huye,
que ellos, los hombres de hierro,
van en busca de coricanchas,
látigo en mano, fétidos ecos
de un horizonte de huaca,
retumba  un Abia Yala de fuego,
aún pernocta Coropuna, se congela el sueño.


Chuco duerme, duerme Chuco,
es hostil la utopía. Arawix sucumbe ante coraquenque,
hay sinfines de chantre hurgando en el yavarí del Machu picchu,
las musas retozan con sueños lejanos.
Urubamba irriga la tierra en noche de estrellas,
Abia Yala en su vientre, arrulla, irradia  tu canto. 

Fausto Antonio Aybar Ureña. 

Nota: dejo estas palabras en Quechua, del uso de los indígenas del Perú, para el mejor entendimiento del poema.
Abia Yala: el nombre de origen  del continente Americano
Machu Picchu: montaña vieja
Coraquenque: pájaro andino, símbolo de realeza
Yavari: canto dulce y melancólico
Chichas: hostia
Urabamba: rio que recorre el Machu Picchu.
Ankalli: rebelde
Arawix: poeta
Coricanchas: campo de oro.
Chuco: provincia del Perú, donde nació Cesar Vallejo.
Chantre: cantor.
Coropuna: volcán en Perú, en estado de congelamiento, significa: reflejo en la meseta

martes, 10 de marzo de 2015

Ya nadie usa sombrero


Antes de salir a la calle, comprobó que la corbata estuviera derecha y que el sombrero se inclinara levemente hacia la izquierda. Escondió sus ojos detrás de los lentes oscuros, guardó la Derringer en bolsillo escondido de su chaleco y abrió la puerta de calle. Afuera lo esperaba otro día de trabajo.
Vestido con un traje de lana inglesa de un negro funerario y con una camisa de algodón egipcio de 80 hilos, era quizás el hombre más elegante que caminaba por esas calles. Sus zapatos italianos brillaban con el sol otoñal en sus puntas, tanto como el reloj de oro que colgaba de la cadena que cruzaba su abdomen de lado a lado. 
Su nombre era Sandoval, pero todos lo conocían como el Lobo. 
Frente a su casa sus hombres esperaban. Los autos estaban con el motor en marcha, listos para llevar adelante la diligencia programada para ese día. Cuatro autos, quince hombres, lo suficiente como para poner fin a la absurda guerra que durante los últimos seis meses tanto dinero le había costado. Homero Valdazzi, el mayor de los tres hermanos conocidos como los Carniceros, salió a su encuentro ofreciéndole una Thompson reluciente con su cilindro aceitado y su cargador a tambor lleno de plomo. Sandoval la tomó en sus brazos y apuntó hacia el cielo por un segundo antes de comentar –Con ésta belleza se debe poder matar a Dios –, y de inmediato soltó una carcajada que contagió de estupidez a todos los presentes. 
Sandoval subió al primer auto y arrancaron. Todos sabían a dónde iban. Todos sabían cual era el negocio pendiente.
Del otro lado del barrio, el Polaco pasaba la franela sobre los caños de la escopeta que su abuelo le había regalado para su décimo cumpleaños. 
–Con ésta maté mi primer presa –dijo, refiriéndose a algún hombre cuyo nombre ya no recordaba –, y después de ese nabo vinieron otros, tantos otros. Quedate tranquila, bebé –suspiró muy cerca del arma –, hoy te hago otra marca. 
Desde su oficina, el Polaco veía todo. Sus hombres, abajo, armados con fusiles y pistolas, esperaban al agresor que pronto habría de llegar. Su segundo, Víctor Strosky, hablaba por teléfono. Asentía a lo que le decían soltando de vez en cuando un gruñido. ¿Con quién mierda hablás? Con la Betty, me dijo que vio el cortejo del Lobo acercarse por la avenida. Dejalo que venga, ya le voy a enseñar a ese cachorro quién es el jefe. 
Víctor bajó y puso a todos en alerta, pero los autos no llegaron. Sonó el teléfono. El Polaco atendió. 
– ¿Qué te pasa? ¿Sos puto ahora?
–Te estoy dando la oportunidad de tu vida.
– ¿Acaso sos vendedora de Avon?
–Andá a la mierda. No me dejás otra que matarte. 
Entonces resonaron dos disparos. Primero cayó el Choclo y de inmediato Pancho Rivera. Un tercer tiro y Custer rodó sobre el suelo del patio. 
–Cúbranse todos –gritó Víctor, y de inmediato las puertas de la casa estallaron en mil pedazos. La batalla fue breve y sangrienta. Las Thompson dibujaron los graffiti más extraños sobre la pared. 
Sandoval se sacudió el polvo de sus zapatos antes de entrar a la oficina del Polaco. Le entregó a ametralladora humeante a Homero Valdazzi y se acercó para ver a su rival. 
–Sorry gordo –le dijo a su rival –, es una cuestión de negocios, no te lo tomes a pecho –. Sacó la Derringer y disparó. En ese momento descubrió la sonrisa que lucía el Polaco y entendió que el juego había terminado. La granada lo arrojó contra la pared y le abrió un agujero del tamaño de una naranja en su costado. Su sombrero, medio chamuscado, yacía a su lado.
La policía llegó con sus sirenas pero, para los dos rivales, ya era tarde. 
Ya nadie los recuerda en el barrio. 
Ya nadie usa sombrero.

Javier Sarasola Ruiz


Cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aún más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas.” Herman Hesse (Demian)

Aquella noche pude ratificarlo... Todos llevamos un animal dentro… 

Eran las dos de la madrugada. La cocina estaba llena de cucarachas por todas partes. Yo me había imaginado que Leo se lanzaría hacia ellas como león y las devoraría en unos instantes. Sin embargo, actuó como si no hubiera nada, como si no viera nada... A pesar de que aquellos asquerosos bichos inundaban nuestros platos, vasos, cubiertos, baldosas, paredes, ventanas… 

¿Y ahora qué hago?- pensé- ¡Vamos, Leo, ataca!- Le dije.

Pero éste me miró sin inmutarse un milímetro. Entonces, ante la desesperación del momento y sabiendo que era un tema de vida o muerte para él, no tuve otra opción que intentar algo desesperado...

Me lancé al suelo como felino y atrapé una cucaracha. Leo me miró con curiosidad. ¡Había captado su atención! A continuación, puse la cucaracha delante de él, boca abajo, pues no quería que se escapara fácilmente. Él la tocó con su pata. Fue un toque inocente, inofensivo. Ni siquiera mostró sus afiladas uñas. Simplemente, le dio un leve golpecito. Pero aquel pequeño impacto hizo que la cucaracha se diera la vuelta de inmediato y escapara a la velocidad del rayo, mientras Leo la observaba como si no fuera con él, como quien ve un documental de animales salvajes en discovery channel.

Nuevamente, cacé uno de aquellos nauseabundos insectos. Esta vez, mientras que con una mano le sujetaba el cuerpo, con la otra sostenía la pata de Leo, al tiempo que le increpaba para que sacara sus uñas. No sé cómo ni por qué Leo se zafó de mi mano y en esta ocasión, en vez de ignorar al bicho, lo golpeó contra su otra pata, como quien hace malabares con una pelota. Creo que aquel ejercicio le pareció divertido, porque lo repitió unas cuantas veces. Sin embargo, la noche transcurría y yo seguía sin conseguir que Leo adquiriera la repugnante costumbre de comerse aquellos repulsivos insectos…

Continuará…

Él


Él salio esa lluviosa noche del bar, fumando y medio borracho. Había decidió que esa había sido la gota que derramo el vaso. Paro el primer taxi que se encontró en la esquina. 
Hasta Avenida San Martín y Saenz Peña le indico al chofer. Al llegar a su departamento logro a duras penas insertar la llave e ingresar. Se tiro sobre la cama y dio mil vueltas pensando en aquel saxo que sonaba mientras ella le decía que no iba mas. Que se iba a ir con el otro. Porque el otro tenia mas dinero y mas poder, mas poder, hacia hincapié en esto, ya que el poder era importante. En cambio él, era un pobre ciudadano promedio que no podía llegar a fin de mes con su sueldo de docente. Que injusticia pensó, mientras encendía el trigésimo cigarrillo (aproximadamente) de la noche.
Era hora de cumplir con lo que había deseado durante tanto tiempo: Irse de aquel infierno urbano y no regresar.
Ya todo estaba perdido en esa ciudad. Ella se había ido y no había mas esperanzas. Sus amigos, seguro que los iria a perder. 
Agarro sus cigarrillos, un poco de dinero y se fue. 
Comenzó a caminar por San Martín durante varias horas hasta que llego a la terminal de micros. Una vez allí, Él saco un pasaje, a cualquier parte, no importa a donde sinceramente. Una vez que el micro salio de la terminal, comenzó a ver paisajes desolados de la ciudad, paisajes que habían sido cubiertos como uno pone la suciedad debajo de la alfombra. "Y pensar que ella se había ido con el mas poderoso" pensó. Eso le daba mas bronca a él. Todo este paisaje era culpa de ella.
Al anochecer el micro llego a una terminal en una zona rural. Allí, creo él que era el mejor lugar para bajar y mantenerse oculto. 
Ni bien bajo tanteo sus bolsillos en busca de un cigarrillo. Mientras lo encendía pensaba en el habano que llevaba siempre su eterno comandante. Una vez mas se le vino a la cabeza el saxo de aquella noche. Ese saxo que sonaba a liberación.
Camino un par de cuadras por el pueblo. Parecía desolado, tal vez por la hora los habitantes se encontraban en sus casas. De repente, él vio una luz que salia de una esquina, era un bar. Al entrar, se encontró con un solo individuo que estaba echado sobre la barra. 
Él pidió un vaso de caña. Cuando lo comenzó a beber, el borracho de la barra le pregunto que hacia un individuo tan bien vestido por ese pueblo misero. El borracho a la vez agrego que en el pueblo ya no quedaba mas nada para robar. Ya todo había sido saqueado por aquella maldita empresa que había contaminado a todos con su veneno y sus promesas de trabajo. 
En ese momento él se dio cuenta que ella también tenia la culpa de estas cosas que habían sucedido en el pueblo donde se encontraba. Al fin y al cabo ella se había ido con el mas poderoso. Ah, ese saxo de liberación. 
Una vez que termino con su caña, él pago, y se retiro. Una vez fuera del bar, se encontró con que había comenzado a llover. Encendió otro cigarrillo y se dispuso a caminar un par de cuadras mas. Cuando comenzó a caminar, el borracho del bar, salio a su encuentro y le pregunto a él que estaba buscando, porque si no era un empresario ¿quien era?
Él le respondió que tan solo era una persona que buscaba escapar de una ciudad donde ya no existía la justicia, porque esta se había ido con las clases mas poderosas.

Imperfecta


La simpleza más absoluta, carente de pene, creada después de la creación primera, al valor de una simple costilla, debilidades implícitas por sus formas redondas y sensibles en el pecho y las caderas, sobre hidratada hasta el desborde en caudales de sangre y agua, verborrea incontinente, esquizofrenia ilimitada, inseguridad del aspecto, explosiva e irracional desde las hormonas, El ser imperfecto, el que con la simpleza de un movimiento natural, logra colgar en sus curvas todas las miradas, columna vertebral de quien le ama, doblegando voluntades, debilitando fuerzas con una de sus lagrimas, fortaleza de tritón ante la tempestad, creadora de vida , fiera sangrienta a la defensa de sus querencias, Locura por uno solo de sus besos, Mujer, maravillosa imperfección de la vida. 

Tiempo


A terminado un año mas o uno menos,
en donde quedaron planteadas
las reglas del juego.
En donde todo sueño,
en cada hallazgo
esta la esperanza de un dulce mañana.
Ya listo para zarpar
a este nuevo año,
que parece grande y a la vez oscuro
ya no tiemblo por ello porque
Aun con esa incertidumbre
de aquella duda por la sorpresa del mañana,
el presente, mi presente es hoy.

En cada amanecer he estado perplejo
Ante la majestad: el tiempo.
No hay nada tan perseverante
Ni nada tan contundente;
Que no perdona
Entre los ayeres y los mañanas
Ya no me olvido de mi hoy
Que es uno solo

Hinacias

Cuando en el parque vi que esa mujer venía arrastrando a su perro con la correa, no sé por qué, pero algo del sentido de la realidad -de mi realidad, claro- se trastocó. En principio, me pareció que llevaba dos perros, uno grande montándose a otro más pequeño, sin embargo, a medida que fueron acercándose, pude precisar que se trataba de un solo perro, y que era el efecto de la correa tirando del enorme abrigo marrón que vestía al animal lo que me había hecho creer que eran dos. Vaya, La dama del perrito, Chéjov, pensé.

Era invierno y hacía mucho frío, es decir, nada fuera de lo común. Serían las 10 de la mañana y el paisaje urbano se veía fatal y completamente gris. Aunque nunca hubiera puesto un pie en Hungría, andaba yo paseando por Budapest, doblaba por aquí, me detenía allí, seguía más allá: caminaba al azar. De pronto, desde una ventana cualquiera de la callejuela por la que estaba transitando (creo que era la Kende Utca) me llegó una hermosa melodía tocada con un violoncelo. No sé por qué, pero en ese momento algo del sentido de la realidad -de mi realidad- claro- se trastocó, me di cuenta de varias verdades que me parecieron demoledoras, catastróficas: conocía la melodía (me encantaba), pero supe en el acto que no lograría determinar quién era el autor ni cuál era el nombre de la obra, como tampoco podría localizar la ventana precisa de la cual provenía el sonido, ni conocería jamás al (o a la) violoncelista que la ejecutaba, entonces me angustié al pensar en el número gigantesco de hiancias que se producen en un breve instante, tantas que me sentí una cosa insignificante, como un perrito. Sí, un perrito arrastrado por una dama que tiene mucha prisa. Mejor entro en un bar a echarme una bebida fuerte al estómago, me dije, abusando de mi lenguaje egocéntrico, sea infantil o literario.

El pensamiento necesita huecos, señores, necesita grietas, agujeros negros, vaginas existenciales… hiancias, porque por esas hiancias -palabra que el DicdelaRealAcadEsp se obstina en no aceptar- el pensamiento se escabulle antes de que el pensador lo sorprenda, incluso antes de que él, el propio pensamiento, se sorprenda a sí mismo como causa, camino o resultado.

Dije la frase de corrido y suspiré largamente al terminarla, luego miré alrededor, desafiante, buscando que alguien me contradijera para. Entonces golpeé la barra con la palma de la mano derecha y vociferé: a ver, un vaso de pálinka. Era una orden más que un pedido. Me lo trajeron. El pálinka, este pálinka, dije, levantando el vaso para mostrárselo a los cinco o seis parroquianos que me observaban un poco asustados, es la hiancia que ahora necesitamos tanto yo como mi pensamiento. Y lo bebí de un solo trago. Dejé el vaso vacío en una mesa cualquiera y salí del lugar con esa paz que sólo se siente después de haber confesado una incapacidad delante de otros, fue una de las mejores cosas que me ocurrieron en una mañana gris y fría. Moreover, ése fue el impulso necesario que -a posteriori- me llevó hasta Budapest para inventar esta historia, para vivir dentro de ella y después contarla, y para entender cuán pequeño -o grande- puedo llegar a ser.

Ahora que están pasando justo delante de mí puedo asegurarlo sin temor a equivocarme, lamentablemente en este parque nadie se monta a nadie, es sólo una dama tironeando de un perro, un simple perrito abrigado y sobón.

Me niego


Me niego a vivir presa,
me niego a vivir cautiva,
me niego a dejar de pensar
y a ser un ser sin vida.
Me niego a negarme el amor,
y a pagar por vivir tan caro precio
me niego a no respirar sola
y a ser solo una pieza.
Me niego a matar mi vida
por el simple hecho de ser tu cautiva,
te invito a vivir conmigo
no a ser tú quien vivas mi vida.
Me niego a seguir llorando
y a doblegar mis alas rotas,
me niego a ser más
la tonta más tonta
que no piensa, no opina,
solo, barre, lava y cocina,
reclamo el derecho ha hablar,
a pensar, a seguir viva.
me niego a seguir muerta
aún estando con vida,
me niego a ser una pieza
que adorna y tú lastimas.

EN EL AMANECER DE MI VIDA


De un simple evento, en doloroso frenesí
La cruda experiencia
El milagro más grande
Nuestra existencia misma.
Sin memorias ni recuerdos
El halo de vida, el Zoe.

La representación misma del miedo,
En áspero llanto buscando aquel abrazo.
No hay mejor privilegio que el calor de la madre
Que aun con dolor, te ama.
Que aun en la soledad, te acompaña,
Que aun en la necesidad, te amamanta.

Del milagro de la vida nos espera sin cuestionar, la maldición de la muerte.
Que espera su momento, pacientemente, sin pestañear…
No pedimos nacer, ni pedimos con quienes crecer…
Sin misericordia, sin perdón
El tiempo camina por los rectos llanos
Sin ningún reparo, sin ningún descanso
Hasta la muerte y más allá
Y más allá.

EL DEAMBULANTE
FRANCISCO ESCALONA NICOLAU
PANAMA, REP. De PANAMA
derechos reservados del autor
Pintura de Salvador Dali 

Luis Esteban Torres

Excitación tejida
Con vientos de escarlata fragante…
Los días tristes y ciegos,
Los días cansados de tanto caer,
Se aferran con fuerza a ese resplandor
Que se hunde en la dulzura del cerezo,
Y que hace brotar soles ardientes
-¡soles o el rocío del tiempo!-
Y clavan sus garras rotas
En la muralla tosca de la aurora,
Clavan sus garras negras y rotas
Y se van derramando, 
Como un amargo dormir,
Sobre el abismo de lo inexistente,
En el escapismo del alma,
En esa hondura o en ese olvido infame
Que oculta el susurro de las ausencias…
¡Flameante despertar de las hortensias!
¡Flameante mar que bulle en los ojos
Que columbran los riachuelos perdidos del ser!...
Excitación tejida
Con vinos de escarlata fragante…
Y al rasgar el velo del yo
En ese desierto ahogado -¡suicida!-
La vida se expone desnuda,
Exquisita, bella, silente, confusa…
La vida fulgente, la vida mía, la vida umbrosa,
¡Todas las vidas!
¡Todas las vidas
Desnudas cual ónices eternos!
Recién nacidas
Del argento de la noche estupefacta y contrita.
Son bellas
Porque incitan a poseerlas,
Son bellas
Porque el deseo hondo, hondo,
Las torna magnas y perversas…
Las Vidas… Las Vidas taciturnas
Los Días tristes y ciegos…
El edén es tan sólo un fugaz gemido
Que tras calcinar el ensueño
Se deshace en un vago recuerdo…

lunes, 2 de marzo de 2015

José Pinedo Pajuelo

En la paz y la guerra
el maíz (zara en la altura)
tostado cocido asado
en harina o molido
está en la boca del pueblo
El maíz importante cultivo
del antiguo Perú se utiliza
en variadas formas de cancha máchica
mote pan humita tamal 
choclo y en la exquisita mazamorra
morada (de maíz morado)
y en el rico champuz de las ferias
dominicales y como jora
en la preparación de la chicha
peruanísima sagrada bebida 
que danza en los cántaros
y tinajas de los olleros de Simbilá

Jugar a ser

Senador Robledo, Cepeda, Afines y Amigos o Conciudadanos y Connacionales, a todos los que de alguna forma se Oponen a tanta Injusticia, a aquellos que no quieren perder la estimación de valores como la solidaridad y la confianza conscientes del deber de cambiar este espíritu de dobleces en formalismos insustanciales de intereses exclusivamente personalistas y de lucro que sólo llevan a la depredación del Ambiente o sea la totalidad de nuestra existencia:
El senador Robledo como siempre tan franco que dan ganas de reír alborozadamente, esperanzados en que cambien las conciencias de nuestras gentes imbuidas en la estupidez del entorno, entre vallenatos melcocheros, el reguetón sexista y otros aires arraigados en el alma gracias a los efectivos audiovisuales de siempre, echándosele la culpa antes a la TV y al cine, pero, ahora, sin calidad en ninguno –como lo afirman los coloquios últimos entre cineastas– es difícil decirlo, dado que además cobró fuerza y se popularizó el ”internet” con otra serie de peligros para los niños que no se encuentran en capacidad de asimilar temas ajenos a su desarrollo psicofísico, atrofiantes sino perturbadores, sumados a su basura canales como el famoso tres de telmex o claro, presentando a plena luz del día la sevicia y el odio en los crímenes más atroces en series lo bastante asquerosas como "Vampiros" que prostituyen y envilecen el espíritu de los jóvenes y en general de toda audiencia, siendo por ello además, que no debe extrañarnos ahora, la manera como se manifiesta la desfachatez de la mediocridad académica cultivadora y formadora de los ministros calificados, para calcular fría e indiferentemente las consecuencias de sus actitudes o de manera cómplice, modelados como están para desempeñarse de tal forma; y mucho menos debe extrañarnos el índice de corrupción por las mismas causas de envilecimiento, hoy también desfigurado con el mito de las cifras amañadas, iguales a las que recientemente propalaba una bella presentadora de los canales privados nacionales y extranjeros, cuando la pusieron a decir otro porcentaje estadístico y no el verídico, de ocupar el “honroso” segundo lugar hace años, reconociéndose que hoy debe superar vergonzosamente al primero con superávit –por eso de la producción en alta escala–…
¡Qué panorama senador Robledo, compañeros, amigos o connacionales!, para llegar a creerse en este aquí y ahora, en que unas elecciones como las nuestras, que hasta hace un tiempito, pese a ser realizadas “en físico” con peso y volumen tangible de los tarjetones imperdibles, muchos de los contrincantes –si es que son de veras y no de astuta apariencia para ganar electores con engaños– tuvieron por siempre la osadía de adulterar en cantidades increíbles cada urna, siendo por esto que hoy, menos que nunca, pueden tomarse por verídicos sus resultados, dado que los conteos son electrónicos y más fáciles de falsificar con clics, máxime sin testigo electoral alguno en cada una de las mesas y al final en la misma registraduría, excepto los de siempre, representando a los tradicionales modos de politiquear entre abrazos, besos y felicitaciones, salvaguardados por la última Constitución vigente (1991) redactada al amaño de los mismos, por la cual perecieron tantos traicionados que quisieron llegar a ser presidentes –o que no fueron protegidos por un pueblo inculto y por tanto manipulable que sólo sabe y siente sus vivas o sus infamias al vociferar–, incluyendo a Álvaro Gómez, quien ya mostraba profundos cambios en su personalidad y su espíritu pese a haber sido hijo de uno de los sanguinarios más destacados del gobierno en el siglo xx. En esta capital de historias tan absurdas como haber desterrado al propio Libertador o que se repartió entre los corruptos la hacienda El Salitre de mil quinientas hectáreas que había sido escriturada a los “gamines” y/o a un famoso hospital. Ciudad que luce ahora una iluminación amarillenta –desde hace algunos años para acá en instalación– que, vaya uno a saber qué tipo de negocios cubrió, pero sí llenó de fealdad el panorama al perturbar con la elevación de los focos por encima de los techos y los árboles –los pocos que va dejando este continuo derribar de los encargados del ambiente– el sueño no sólo de la ciudadanía sino, alarmantemente de los pájaros que con sus cantos alegran el ajetreo cotidiano de algunas calles privilegiadas con su verdor y colores, contribuyendo con su extinción.
Estos testigos electorales que supuestamente representan la transparencia en las mesas electorales –“brillan por su ausencia”– y más que a nadie, a los que les dan “puestico por hacer bien las cosas” y puede vérseles afines a “sus señores” en el vestir a la usanza de cada región de tonos oscuros por lo general, al tenérseles convencidos de estar muy elegantes y bien presentados ante “los demás”, de negro más que nada a tono con el pelo oscuro y la piel suya, a quienes incluso les encanta “negrear” a los demás, dadas sus subjetividades de profundos complejos emocionales y conceptuales característicos –de esta demencial cultura nuestra–, quienes asumen este papel de suma responsabilidad como testigos electorales con cierta indiferencia e ignorancia absoluta o envilecimiento a conciencia.
También puede afirmarse amigos, que la mayoría de estos testigos dada su juventud e inexperiencia –la mayoría– son presa fácil de quienes se aprovechan de sus necesidades, debilidades y aspiraciones, dado que apenas sí saben manejar el teléfono inteligente que exhiben con orgullo “al haberse roto el cuello” para adquirirlos en su actualización, presos de ellos con avaricia cual tesoros magnánimos, al estar categorizados así por el costo monetario, poniendo de manifiesto su formación ausente de los contextos del habitar este suelo que pisan y con menores veras sobre los cargos que asumen, porque sólo tienen en mente ser funcionarios eficientes –al servicio de…– “para ganarse la platica”, ignorando además –repito– el hecho de ser presa fácil de los mismos que esclavizaron a sus padres y abuelos (hoy “neoesclavismo” de clases medias y más abajo) en este siglo, con esta manera absorbente y efectiva de controlarles por medio de colorcitos y lucecitas de imágenes implantadas por la psicometría del diseño publicitario frío y calculador y el esteticismo exclusivo de la forma sin contenidos sustanciales, para lo cual también se han formado otros de las mismas clases medias, motivados por la misma aspiración única inculcada desde niños “conseguir platica”, así se use a los congéneres como cada uno de ellos –tal cual se observa en los que buscan ser herederos de Hipócrates y los de odontología, trayendo además de países como Austria “practicantes” –en cuyo pueblo no les está permitido por ley ejercitarse en sus compatriotas– así se destruya el entorno vital...
Tampoco debe extrañarnos senador Robledo y amigos o connacionales, que los estudiantes de la u. Distrital –por ejemplo- no les sienta bien y da grima verles masivamente uniformados con la chaqueta negra y el "jean" azul fomentado por los denominados "metaleros"–de conciertos programados y protegidos por el mismo Estado– de letras pesimistas en sus canciones horripilantes de contenidos nada poéticos, lanzados al aire cual bramidos, rugidos, alaridos y abucheos, ramplones y contestatarios a la fe católica, con sus alusiones al mal y el odio, la violencia y demás, como reacción a esta larga historia que nos ha tocado por heredad de inquisición cruenta –que parece practicarse aún dado su dominio ideológico– de papas criminales, codiciosos e hipócritas que ha tenido desde sus inicios, a quienes sólo investigadores serios logran sacar a la luz lo encubierto con sus dogmas recitativos y su poderío económico extensivo al aparato educativo que ha tenido entre sus manos durante siglos y del cual aún se renta considerablemente haciendo crecer sus universidades y colegios hacinados. Tampoco senador Robledo y connacionales, se puede desconocer el reciente “caso Colmenares” de tal magnitud moral y ética que da al traste con nuestra “justicia” enmarcada en estos mismos parámetros –salvo honrosas excepciones de parte de uno que otro abogado–, haciendo figurar entre lo más extraño a Iguarán defendiendo a ésos y a Gustavo Petro a la vez, en un momento dado o no se sabe si aún…
Así senador Robledo que, cada una de las expresiones se encuentra dentro de su esfera social –y sexual así no queramos aceptarlo– o mejor, su clase social determinada por la capacidad adquisitiva que da la moneda, para comprar de todo, incluso conciencias y demás, como una consecuencia apenas lógica de toda esta barbarie modelada paulatinamente desde la crianza en “el seno materno” –tal cual ha sido corriente observarlo de forma callejera en muchos padres y sobre todo madres al escuchárseles vociferar autoritariamente a los pequeños–, pues si no existiesen otros pueblos para sopesar esta sustancialidad en la formación del carácter de las gentes, incluso en Latinoamérica, otra sería la Verdad, tanto para los artistas oficiales como para los maestros y para cualquier autor o ciudadano corriente; determinándose así este espíritu dominante con cuanto han inculcado las mujeres de nuestro contexto histórico-social o ideológico a los pequeños desde que estaban de brazos, por ser ellas, las que más tiempo permanecen con los críos durante la primera infancia, no sólo por condicionamiento biológico de acuerdo con lo investigado por la psicopedagogía.
Por lo tanto, es de suponerse de forma análoga la voluntad con que han querido embarazarse ellas y la manera cómo han llevado su tiempo de gestación y formación temprana del carácter de las individuaciones de los pequeños tiernos y frágiles, que seguidamente el aparato educativo imperante con su mediocridad avanzada –senador y connacionales– toma las riendas en estos campos fundamentales del espíritu, supeditadas a la mentalidad de sus operarias o ejecutoras –por norma general–. Por ello es de destacar la biografía sacada a la luz de uno de los padres de la corrupción en este país (Senador cena senador) , donde también salen a la palestra “las feas” que durante un tiempo y en repetidas ocasiones ocuparon altos cargos en el gobierno, llegando a tal extremo su grado de corrupción que una de ellas debió ser declarada “ignorante invencible” por nuestra justicia, para no ser encarcelada –corroborándose lo que dicen algunos conocedores de la fisiología y la psiquiatría en conjunto respecto a cuanto expresa el rostro humano y los ademanes–. Sumándose a tamaña Verdad los medios de comunicación masiva en concierto con sus tergiversaciones de la Verdad respecto a hechos fehacientes y desgarradores, a coro con los “artistas” famosos que, al igual que la mayoría de egresado de la U. se venden al mejor postor, al no contar con ideal de vida alguno u otra alternativa de sobrevivencia e incluso de “enriquecimiento” legalmente permitido, a quienes un cineasta nuestro denomina “mercachifles diplomados”.
Gracias senador Robledo, con su franqueza usted siembra la esperanza en que haya algunos dentro de estas clases medias –en entredicho por parte de la gente más culta, consciente y espiritual– al servicio de los poderes tradicionales, programadas sus mentes y espíritus para servirle a lo estatuido no solamente en la Constitución Nacional Neoliberal Vigente. Siendo por esta causa tan poderosa que adjunto una imagen de Gandi con una de sus máximas que por estos días alguien me hizo llegar, apenas apta para difundir entre tanta porquería de consumistas que dejan basureros por doquiera que discurran sus pasos de costumbres acomodaticias, oportunistas cual animales salvajes y acríticas, a quienes puede vérseles con paso airoso, expresar su orgullo de no se sabe qué vacuidad de ideas, excepto las de su objetivo de existencia: llenar de hijos desgraciados esta tierra y de permanecer con sus bolsillos llenos adquiriendo lo que jamás tuvieron y les hizo resentir tanto, porque les exigió “trabajo” –al servicio de…– y hoy, hasta les hace renunciar a las más bellas formas de expresión, sólo porque estos dolores profundos en sus almas se exacerban al ver que la juventud se va y que cuanto soñaron con los cantores más brillantes y los poetas más lúcidos se ha desvanecido entre la conformidad, y no se pudo más que acumular objetos y otras pertenencias, quedando sólo tiempo para “echar barriga” con los automotores que les infunde algún sentimiento de grandeza y hasta olvidar su salud y bienestar por norma general de la comodidad –adormecedora de los sentidos– y el gusto masificado, disfrazados con trajes que les caracterizan como entes económicamente activos y además, también para presumir en su egolatría de un nuevo hablar ante sus equivalentes, así toque traicionar a los connacionales o conciudadanos o amigos que se comportan de forma amable con estos s e ñ o r e s, muchas veces estereotipados de pelos largos y psicodelia que les da imagen de “pensantes avanzados e incluso nobles”...
Sí senador Robledo y connacionales más honrados y conscientes, basta con mirar nada más la página red, web o telaraña que anexo, si quieren ver algo planteado a la vida que se fue urdiendo paulatinamente. Porque de todas formas esperamos que ustedes también, sirvan para algo más que las palabras en las interesantes e informativas disputas, puesto que en el caso de personas como nosotros, dedicados a nuestra profesión en este contexto social, se nos está haciendo casi imposible vivir e incluso sobrevivir en medio de tanta corrupción de mentalidades clientelistas sin ideal alguno vendidas al mejor postor, sin importarles su contexto ideológico ni procedimental. Tal cual ocurrió desde el fundador de nuestra Patria dándole el nombre de Nueva Granada, de quien con el paso de los siglos fue corroborada su verdad respecto a nuestra idiosincrasia, por un estudioso muy serio e investigador de su biografía verdadera y no distorsionada por él mismo con sus mentiras sobre “ser un salvador de los indios”, el conquistador-fundador de Santafé, a la sombra de lo cual se tornó en “caballero de la triste figura” en la imaginación del renombrado padre de nuestra lengua, para tratar de adular al rey del imperio y su caballería, con la esperanza de salir al menos de la cárcel en que yacía, junto a otros tantos más que, ni qué decir, para no agrandar el panorama trágico nuestro de tantos mártires o “chivos expiatorios” característicos de esta ideología dominante, cuyas estatuas cual mausoleos llenan las plazas públicas, parques y edificios más importantes.
Por estas razones tan poderosas senador Robledo y connacionales, considero que en nombre de quienes tanto le(s) respetamos, que, no sólo en el Parlamento debe hacerse fehaciente su palabra, puesto que, con muchos de sus seguidores han sucedido “cosas”, que al observárseles y sentir su comportamiento junto con el de tantos otros académicos y funcionarios que han logrado “salir de pobres” en distintas universidades donde pegan afiches sobre usted…,… Por favor, su sitial de maestro y cultor del espíritu alecciona sobre esto que es tan sagrado, más que todos los dogmas que dicen profesar muchos de ellos –sus seguidores casi como de “twiter” lacónico–, porque en las Sagradas Escrituras Dios dice: “Yo Soy La Palabra”. Sin embargo, en el espíritu de esas mayorías existe mentira, engaño, oportunismo y otros sentimientos oscuros y muy bajos de los que hacen gala cotidianamente y no siempre de manera inconsciente –en esta “sociedad envilecida” como se demuestra en el último congreso pedagógico llevado a cabo en la universidad nacional en la compilación “Un mundo por aprender”–, porque saben muy bien a qué atenerse cuando hacen campañas –por ejemplo–, para engatusar al pueblo con demagogias vanas sólo por un “puestico” en el colegio, la escuela, la universidad e inclusive en una portería o “celaduría” y por supuesto en el g o b i e r n o.
Sí senador Robledo y connacionales, partiendo de representantes de la verdad nacional como usted(es), del poder de su imagen, es posible que deba suscitarse a través del símbolo religioso arquetípico de todas las culturas (La Palabra) un cambio en el espíritu anquilosado por siglos, ese espíritu del que un reconocido autor dice: …”ese sujeto cotidiano y aparencial, ese que huye de la tragedia, no es ni el sueño de una sombra…”. Pudiendo agregársele: sólo rudimentario y funcionalista exclusivamente, recitativo e incluso servil. Y de esta manera senador Robledo y connacionales con sus voces lograr incidir en esos sentimientos entenebrecidos por el miedo, y por ende en sus actitudes hacia “los demás” y el entorno, sentimientos que ayuden a tomar consciencia del sí mismo y sus responsabilidades durante el lapso de existencia breve de su palpitar en esta tierra… Ah… y disculpe(n) si es mucho atrevimiento pedir de mi parte en representación de cuanto se rumora entre seguidores suyos y por parte de otros tantos por ahí… Pues, obsérvese cómo el maestro que usted puede ser y lo es ya para muchos connacionales, porque es demasiado delicado lo que estamos viviendo de forma presencial en cuanto a catástrofes ambientales irreversibles, comenzando por los más hermosos ríos en “este país de los ríos”, en los que podía uno bañarse desnudo desde muy niño en las aguas cristalinas y podían pescarse considerables ejemplares para el almuerzo, enseñándose a su vez la parábola del pescador tan conocida del gran maestro, en paseos de familias y amigos a las fincas, campos y selvas…, dado que, no hay ningún otro ser responsable de cuanto ocurre aquí y ahora, más que el Hombre de este antropocentrismo en el que cada quien y cada cual sólo valora y respeta a su familia particular –aparentemente–, con excepciones claro esta y por lo general de competencias entre sus componentes por alguna forma de poderío académico, estatal, territorial, comercial o monetaria por mezquina que sea...
Sí senador Robledo, aquí la corrupción hace la violencia institucional que es la peor de todas, ya usted sabe sobre la situación académica en las universidades catalogadas entre las peores del mundo, así el magisterio que adquirió nombramientos vendiéndose a los políticos, para luego sindicalizarse únicamente con la intención de salir a pedir alza en sus salarios, descuidándose los temas esenciales, sin ningún amor por los educandos y sin ninguna formación política o esencialmente envilecidos – como lo demuestra un congreso recientemente celebrado en la universidad nacional de Bogotá y por ello, hoy es el problema de una pueblo ignorante donde las niñas se embarazan sin siquiera saben si sus hijos son sanos o unos tarados, etc. Demostrándose de otra forma sustancial que el problema no es sólo de la guerrilla o los movimientos insurgentes, pues estos son lo de menos, según estudios y estadísticas muy serios, extrañando ese vacío en sus discursos más recientes, razón por la cual usted ha de perder muchos votos si es que el pueblo votante no toma conciencia de la catástrofe Ambiental que se da ante nuestros ojos, fomentándose en los medios de comunicación únicamente los chismes de ladronzuelos vulgares y los casos más representativos de la corrupción Administrativa por lo cuantiosos en dinero y otras crónicas rojas, fomentándose así una atmósfera pesada e indiferente, que abre paso a la demagogia y el abuso de un pueblo analfabeto políticamente que llega a creer en que llegándose a la consabida paz, para los desarmados de siempre, las mayorías o sea, toda la ciudadanía y el campesinado sobre todo de la media y de abajo. les fuese a llegar la justicia ausente y la equidad nunca vista ni en salud de veras, todo permitido por esta Constitución Política vigente que desde el gobierno de Gaviria y demás han vendido el país a monopolios nacionales y extranjeros, porque el problema es la moral de quienes ejercen la legislación, la ejecución y la justicia ... 
Esperando que esto no se torne en asunto de risa entre el espíritu burlón impuesto por la oscuridad medieval de la ignorancia generalizada desde la fundación de esta “patria grande” por eso de “la quijotada” entre la mediocridad establecida… doy por sentada entonces mi postura ante esta realidad que gira alrededor del sol a más de cien mil kilómetros por hora durante un año consecutivo… y pego el vínculo o link por si de algo sirve entre tanta frustración y tanto odio hacia lo bello y lo sublime que no puede llegar a ser mercancía exclusivamente entre las oficinas del Estado denominadas de cultura ni entre las demás instituciones, al ignorarse que la Belleza de veras ha sido tema sustancial desde la más remota antigüedad, bastando con citar a un filósofo más bien contemporáneo de esta cultura occidental nuestra, quien aglutina sus significados en este brillante aforismo: “Belleza es verdad ¿verdad belleza? Es todo cuanto tienes y debes conocer sobre la tierra”….

Jaime Restrepo Chavarriaga