viernes, 22 de noviembre de 2013

Danilo Zárate Pacheco




Mi enferma obsesión por tutearte.

Si te vas
no me digas dónde

no me digas dónde
ni cuándo
ni por qué

No me digas adiós
solo vete

No te lleves nada de mí contigo
sino te buscaré
sabes que puedo olerme.
No me temas

¡No me temas!

No bajes la mirada,
perdóname.

No dejes huellas
no dejes nada significativo
nada que pueda atraerme
ni siquiera el papel del Sugus
ese que te regalé la primera vez,
sé que aún lo conservas
está en tu monedero violeta.

Sé que hay música que compartimos
y que vamos a olvidar

No habrá distancia más que la noche
o las diez pieles
o las ochenta uñas clavadas en mi espalda
(el pulgar nunca se clava)

No quiero que me recuerdes
ya que me atraerás a ti
sé que a veces el abecedario puede ser escueto
quizás esté utilizando mucho la negativa
es que no puedo parar con la obsesión

Solo te pido
deja el ovalo de tu cabeza
en la almohada cubierto por sal
que no quede ninguna huella
te pido que borres las fotos,
la remembranza,

las palabras
que borres mi nombre de tu cabeza

Si te vas a quedar
sobreviví,

sobrevíveme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario