GANADOR
Un rollo en la lengua,
mucílago en los labios,
y de las rodillas, no hablar.
Hoy he advertido en mí,
el acto del poder conocer,
y contener una mujer,
que se me insertó en la mente,
y me sopla el corazón.
Dejé de ser casualidad,
para ser enamorado laborioso,
planificador con capacidad
y decisión de amante.
Tantas veces correteé al amor,
que hoy... dejé de ser esquivado,
y la inmovilidad de mis sentimientos,
pusiese en marcha por mis venas.
Dije: ¡te quiero!, y un dulce retintín,
algo sensual, me respondió... ¡te quiero!
Ese, ¡Sí! Del eco, hizo alelar mi corazón,
desbocarse por acantilados mis sienes parecieron,
tomé el hielo condensado de mi corazón,
con mis manos y lo arranque de allí..
Repetí, te quiero...te quiero, y el eco dijo:
en qué manera también... te quiero.
