lunes, 20 de enero de 2014

NANCY MEJIA

EL VILLANO CONFUNDIDO

Cantaba canciones de historias osadas, 
abundante sexo y malicia abrumada, 
tatuaba sus pieles con cruces tumbadas, 
y el cuerpo vestía con ropas gastadas. 

Hablaba palabras sin ser escuchadas, 
sin un diccionario de letras usadas,
decía que era libre por tener atada
la historia del niño que triste lloraba.

Odiaba a los hombres de dulce mirada
cubiertos con pieles de ovejas pintadas,
y en la inmensa angustia de todos dudaba
detestando al mundo en el que habitaba.

Fumando la hierva que el suelo sembraba
perdía la consciencia, pecaba, gritaba,
proveía el bolsillo con arcas robadas
y ante la justicia reía a carcajadas.

Después del deleite con que alucinaba
perdido en la esquina el villano lloraba
recordando el tiempo en que fue ultrajada
la humilde familia que tanto lo amaba.

No todos los seres de historias frustradas
atacan sus vidas de odio marcadas 
pero este villano al que el cielo amaba,
perdió la sonrisa y la fe en la mirada.

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