¡Cuánto me dueles, Patria!
El aire gélido
transformado en viento
es la protesta del suelo
que, bañado en sangre,
se queja.
Oh, suelo que estás dolido
por el fluido vital que recibes,
tus brazos de consuelo abres
a quien al polvo regresa.
¡Ay, Patria!
La patria mía.
¡Cuánta sangre en tu seno!
¡Cuánta sangre recibes!
No importa si hombres viriles;
no importa mujer o niño.
La escoria de los hombres viles
Asesta la muerte y se esconde.
¡Ay, Patria!
¡La Patria mía!
¡Cuánto me dueles mi Patria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario