DE COPLA EN COPLA
Nunca hubó en el haber
mejor amante,
que los versos de aquél
que con placer
musitara al oído de
tan galante mujer.
Porque fuerón palabras
con aroma de rosas
cuál aves melodiosas
que hicierón renacer
el mistíco placer
perdido en el ayer.
Nunca hubó mujer
que amara como a él;
que sín poderle ver
tocara hasta el fondo
de su ser,
fragor ardiente
el último placer
que aquélla goza.
Humilde mariposa
que va de rosa en rosa
antes de envejecer.
que no tendrá en su haber
historia que contar
que no tendrá final.
Como no tienen fín
los días de la luna
amante que importuna
asoma solo a ver
aquél amante;
que sabe como hacer
a su mujer,gozar
de gran placer
de copla en copla.
Nunca hubó amante
como aquél,
ni habrá mujer alguna
que espera anochecer
bajo la luna,
para encontrar
en cada verso
aquél placer intenso
y sentirse mujer.
Aída Alanís.
04/15/2014
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