domingo, 24 de mayo de 2015

CONJUGANDO TU VERBO MUJER

Artesano en la colina de tus pechos
y explorador ciego en tu piel,
me pierdo en tus caminos perfumados.
Este temblor, este suspirar,
Este latir que me acerca al cielo de tus ojos,
en la geografía tibia de tu cuerpo
todo es poesía y solo poesía,
que arde con las estrellas que besan tu desnudez.
Quiero tocarte lento
como se comen las uvas en los racimos,
para saber que sienten los ángeles al tocar el cielo.
Si, Mujer me vuelves un manantial que emergen y pujan
en cada poro, que grita en cada poro,
que venerar tu desnudez de luna
y sueña con tus secretos,
que es leña en la forma de tus labios,
y comulga sediento en tus templos.
Es en mi poesía donde cada palabra
quisiera hacerte el amor,
ser llamarada en tus pechos,
ser caricia en tu espalda,
ser beso entre tus piernas,
ser suspiro entre tus brazos,
ser poeta en cada verbo de tu cuerpo
para conjugar noche a noche
la vida…desnuda
como a mis ojos entera te regalas,
para escribir con tinta sangre y tinta carne
la poesía de tu nombre, primavera,
la poesía con tu piel, golondrina,
la poesía para tus labios de miel y cerezas,
la poesía para quemar y libar suspiros.
Mujer, Para hacerte el amor
hay que ser poeta en cada caricia,
en cada beso que arda y queme,
en cada mirada que ate e invite,
para escribir con los dedos en tus formas
y escribir con la punta de mi lengua,
suspiros en las almendras de tus jardines.
Si es verdad que Dios te robo de mis costillas,
¡tanta bella había entre mis huesos
que te hizo, diosa ¡
Solo sé Mujer lo que siento en mi corazón
que se vuelca como una copa de vino,
o una ráfagas de viento entre las hojas
sobre el altar de tu desnudez de plenilunio.

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