Me desperté esta mañana y ella
ya no estaba,
y el sol en las gradas vacías
de la popular del Francisco Urbano
hacía el amor con el cemento
y el viento besaba los pájaros
que se paraban en el pasto y picoteaban
despreocupadamente
migas de choripán de la noche antes.
Ella me dejó
volando entre antenas de radio y satélites de google,
se fue por la ventana y salió al mundo
como se fueron una vez
los soldaditos de plástico los aviones de papel
y los colores del manzano,
como se fueron una vez
mi sombrero con mi sueño
mi libro mejor pensado
mi amor como una abeja.
Me desperté esta mañana y ella ya no estaba,
y me gusta decirlo así porque así es como se dice:
Me desperté esta mañana y ella ya no estaba.
Y repetimos la fórmula hasta el cansancio:
Me desperté esta mañana en letras de blues,
en cruces de caminos y pasos a nivel,
en porteros eléctricos de edificios solitarios,
me desperté esta mañana buscando ese olor a cancha de fútbol despoblada
porque eso soy
una mañana
en una cancha
sin equipo ni hinchas ni cordones policiales,
solamente yo y una pelota en el círculo central
esperando que vaya a darle
el puntapié inicial
bajo el viento.
Matías B.
http://lasbocasdelavoluntad.blogspot.com
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