HOJAS DE OTOÑO
Entre ocres
y derivas
vamos gastando
la senda,
con presencias limitadas
por los hilos
oxidados
del gran titiritero.
Caemos,
nos traicionamos...
Volátiles
y muertos,
nos desprendemos
de lo que quisimos ser
y no fuimos,
con la ligera lentitud
de la caída
de las hojas de otoño.
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