martes, 29 de octubre de 2013

Oscar Eduardo Flores


“AMOR PURO”

Te espero después del Sol,
frente a nuestro corazón grabado,
su follaje será el capote necesario,
que arrulle nuestros besos.

Las chispas de nuestros corazones,
encenderán algo nuevo,
a correspondencia de la Luna pasada,
que tan bien gozamos y adormecimos.

Esa luz de nuestros estallidos,
auguran un delirio amoroso,
es la sorpresa, une nuestros límites,
nuestros respeto, nuestra confianza.

La proclamación de nuestros sentimientos,
no es una medida de invento,
es la evocación de nuestros gestos precisos,
la altivez, de nuestro proyecto de vida.

Tendremos festejos íntimos,
de nuestra educación sentimental,
que le da a nuestros cuerpos y al lenguaje,
ese esbelto y claro honor que ¡Jamás! mancillaremos. 

Eternizaremos la trama de nuestro amor,
siguiendo las peripecias puntuales,
que logramos sortear en el camino,
de esta hermosa poesía, que pudimos ilustrar.

Sandra Méndez



¿QUÉ ANSÍAS DE MI?

¿Qué esperas de mi?
¿Qué deseas de mi?
Lo único que te puedo ofrecer es mi ser
El amor y la pasión de mi entender.

Más te vuelvo a preguntar
¿Qué apeteces de mi?
¿Qué pretendes de mi?
Piénsalo muy bien antes de contestar.

Porque lo que anheles se te concederá
te pido tengas cuidado con lo que se te otorgara 
mi corazón desentrañara 
cada elemento de lo que se te obsequiara.

Mi alma caprichosa busca amar
sin temor ni reparo para dar
mas he de decirte que espero acoger 
el mismo sentimiento de tú ser.

Si no lo puedes dar
comprenderé que me he de marchar
en busca de aquel que pueda amar
sin temor a otorgar.

Mas sin embargo vida mía
me entregas lo anhelado
me tendrás a tú lado

Oscar Patricio Novoa


EL RELOJ DE MI CORAZÓN

El reloj de mi corazón 
Ha marcado la hora del final
Y no existe vuelta atrás
Ha terminado nuestro amor
Sin reproches, ni perdón.

El reloj de mi corazón 
Ha dado su última campanada
Y es algo irremediable 
No serás ya más, mi dulce amada
Así en este intento pierda la razón.

El reloj de mi corazón está detenido
En este espacio, en este tiempo
A causa de un reprimido amor
Que va sumando en inútil sufrimiento 
Y se ha parado resentido de dolor.

El reloj de mi corazón ha dejado de sonar
Y no desea ya nunca más caminar
Es enteramente comprensible 
Para siempre, te he dejado de amar.

Nancy Mejía

CONTAMINACIÓN EN EL PLANETA

La tarde calienta los valles y el sofoco inclemente de los campos, lanza centauros chispeantes en el firmamento, la ciudad se quema como si el pecado ardiera y el castigo forjara actores de una Divina Comedia.

Arde la ciudad y la mirada desagradecida del hombre, demanda angustiosa el baño de rayos resplandecientes pero tibios, que algún día fueron añorados, pero quedaron perdidos en un pasado de mejor aire, en el que se podía respirar.

El hombre reniega y formula culpas celestiales al cielo, como si fuera el mismo Dios quien contaminara los campos y envenenara los ríos, danzando bailes de protesta y ruido en los que lava su alma, pero no limpia su verdadero pecado.

El habitad desangrado por el sueño irónico del hombre, que forra el planeta con lata y basura... ya no existe, ni siquiera sobrevive, solamente yace tendido en el suelo caliente, que ya no atribuye hijos verdes de frutos jugosos, sino piedras secas de sueños muertos.

Algún día nuestro planeta fue lar para vivir, hoy es un desierto que el hombre convirtió en lecho para morir.



Jose Luis Del Castillo


PARA HABITARTE

Para respirarte
no necesito el aire
que se agolpa terco
por entrar en mi boca

no quiero mañanas 
de primavera y flores
ni noches claras
con estrellas fugaces

para besarte
me sobran los mares
y las cálidas playas
de arena blanca

no busco excusas
de enamorado
ni palabras bonitas
para mis cartas

para llamarte
no necesito la voz
que revienta en mi garganta
ni el eco de la quebrada

no cierro los ojos
por verte en sueños
agitando tormentas
sobre la almohada

me sobran motivos
y me faltan vidas
de desteñirme en ti
para habitarte.

Nancy Mejía


DEPENDENCIA DE BESOS

Los amantes se adoraban y esperaban días enteros para tenerse. Guardaban palabritas hermosas y coleccionaban besos salvajes 
que sin dominio ni ley, hacían eternas fiestas en sus bocas
durante cada encuentro celestial, que parecía ser siempre la primer vez.

Las encimas y los líquidos solubles fabricados con dulces sabores de amor,
concurrían en combinaciones químicas, que de ser fabricadas para una tienda de besos, causarían un verdadero impacto social, 
pues nunca hubo manjar mas exquisito, que ese par de labios en plena pasión.

En tiempos de recesión y carencia de oportunidades para el encuentro de los besos, desesperados iniciaron un profundo llamado al corazón de los amantes y advirtieron sobre los posibles síntomas de tristeza y soledad, que de no ser tratados a tiempo, podrían concluir en depresión absoluta.

Los amantes preocupados y atentos a dicho llamado, lucharon incesantemente por unir esos labios llenos de pasión, que enfermos de dependencia y vicio salvaje, se juntaron para perder su forma en uno solo y se comieron boca a boca, alimentando el seco y sediento beso, que apeteció una y otra vez al sabor perfecto del amor.

De ahí en adelante, se supo que los amantes quedaron condenados a los besos eternos y que nunca pudieron alejarse, pues la amarga sensación de dejarse de besar los podía hacer morir. 

Se besaron hasta el último día de existencia y se cuenta que en noches de luna llena, brillan en el cielo en forma de luceros, que muy cerca juntan sus destellos, como si la fiesta del amor continuara la bohemia celebración de besos en el firmamento.

Sandra Méndez


EL COMPROMISO

Me comprometo a besarte cada día
con la ternura que emana
este corazón que tanto te ama.

Donde los enfados no aniden
respetando el espacio 
entre tu mundo y el mío.

Amalgama de almas
momento del Big Bang
de los sueños codiciados.

Tu libertad y la mía
herencias adquiridas
respetándose para el gozo 
camino de libertad
entre tu espacio y el mío
en cada instante de la vida. 

Me comprometo a ser yo
tu compromiso será ser tú.

Ignacio M. Pis Diez Pelitti


CAPÍTULO AUTOBIOGRÁFICO SOBRE LA VIDA DE UN AMIGO

Con la mirada cansina, la voz entrecortada, varios cigarrillos de por medio y sentados en un bar, Manuel me contaba –palabras más, palabras menos- que su vida apestaba.



Laboralmente hablando, inestable; sentimentalmente, un desastre; problemas de familia, con la ex esposa que lo descalificaba a espaldas de él y frente a su hijo, y entonces éste no quería verlo ni saber nada de él; la inspiración para escribir lo tenía abandonado, la Política era una cosa turbia y prácticamente una bosta llena de gente de la misma materia; sus días como periodista habían terminado, y en la carrera de Abogacía no daba pie con bola: nunca se sentía seguro como para rendir, y cuando finalmente lo estaba, lo bochaban en las mesas de examen.

-          Me quiero matar, Nachito- me dijo alguna vez, mientras fumábamos juntos en el mismo bar de siempre, y tomábamos un café (él, un americano cortado; yo, un americano negro) y comíamos sánguches de miga tostados, ante la esporádica mirada suplicante de los pibes de la calle que nos venían a ofrecer sus estampitas, apósitos y kits de costura, ignorando todavía que probablemente jamás irían a servirles sus rezos, ni que tampoco se fabrican apósitos ni suturas que sirvan para curar o coser las heridas del alma. Si no, pregúntenle a Manuel, que todavía no sabía cómo hacer para arreglar el lío semejante en que se había convertido su vida.

-          No tenés que pensar ni hablar así, Pelado querido- le decía yo - Sos un tipo inteligente y estás haciendo lo suficiente como para que algún día te de frutos. Tenés que ser paciente, confiar en vos mismo, darte cuenta de que sos un tipo capaz (aunque ya lo sabés, pero te lo recuerdo para que no se te olvide, por si acaso). Todo se va a ir dando en la medida que lo intentes. Todavía sos joven, sos un tipo instruido, lo tuyo es sólo mala suerte, etcétera. (creo que nunca pronuncié la expresión “etcétera” entre todas las palabras que usé para tranquilizarlo, pero por economía de espacio en el texto y en el cerebro de los lectores, valga entonces como recurso el pragmático latinismo, con el permiso que, desde ya, me he auto- concedido).

Claro está que muchas veces el pesimista era yo y le contaba a Manuel –palabras más, palabras menos- que mi vida apestaba.

Laboralmente inestable, sentimentalmente un desastre; en ese momento no tenía problemas de familia ni de hijos y sigo sin tenerlos, pero si los hubiera tenido los habría compartido con él; la inspiración para escribir a veces me abandonaba, la Política me parecía una mierda llena de la misma materia; las Letras parecían ser cosa del pasado, y en la carrera de Derecho no daba pie con bola: nunca me sentía seguro como para rendir, y cuando finalmente lo estaba, me desaprobaban en las mesas de examen. Entonces Manu me decía:

        - Nachito: etcétera-. Y si bien creo que nunca Manuel introdujo la expresión “etcétera” en sus consejos para conmigo, interpreto que yo, tanto como el lector ahora junto a mí, damos por sobreentendido lo que este etcétera quiere significar.

Durante dos años, compartí con Manuel los lugares y momentos de estudio, trabajo y distracción. Después cambiamos de empleo, más tarde quedamos a alturas distintas de la carrera, y finalmente el bar “La rambla” cerró. Él conoció a Manuela y se mudó a Buenos Aires en busca de nuevos horizontes (curiosa expresión, teniendo en cuenta la gran urbe que es Buenos Aires, y cuyos horizontes vaya a saber uno detrás de qué mole de cemento se encontrarán), aunque ocasionalmente nos seguimos viendo durante alguna que otra visita de él a La Plata. 

Con el tiempo la cantidad de visitas fue menguando, y  durante un largo tiempo no supe nada más de él, a excepción de algún que otro pensamiento, video, canción o curiosidad que fue publicando cada tanto en su cuenta de Facebook. Hasta el otro día, que lo llamé por teléfono para saludarlo por su cumpleaños.

Me contó que finalmente consiguió un buen trabajo (dos trabajos, en realidad); que su jefe le dijo que si termina la carrera dentro de un plazo determinado, va a darle un ascenso; que descubrió que el Derecho lo apasiona, que es “el amor de su vida”; que se mudó a un nuevo departamento con Manuela, con la cual comparten la morada y el amor junto al hijo de ella, al que él ama tanto como a su verdadero hijo, Simón, con el que más gracias a sus esfuerzos personales que a la intervención de algún innominado dios, ha recuperado contacto y ha logrado estrechar el vínculo paterno- filial que anteriormente estuvo tan resquebrajado; que con Simón se ven bastante seguido y que comparten tiempo y cosas juntos; que ya no siente ganas de matarse; que a Manuela finalmente le salió el nombramiento laboral que esperó y luchó por conseguir durante casi dos años; que extraña la ciudad de La Plata, y piensa pedir un traslado más adelante para poder mudarse a Florencio Varela y estar más cerca de esta ciudad.

Yo le conté que después de todo conseguí un buen trabajo (dos trabajos, en realidad, y algún que otro pasatiempo); que como soy abogado mi jefa me propuso encarar algún proyecto juntos; que si bien el Derecho no me apasiona, estoy seguro de que me gusta bastante, y que por eso no pienso descartarlo como posible medio de vida hasta que averigüe si realmente es lo mío; que sigo viviendo en el mismo lugar pero que hace poco hice refacciones y compras para adecentar un poco la morada; que aunque no estoy en pareja, últimamente siento que estoy abierto a la posibilidad de empezar a conocer  una mujer con la cual intentar construir algo lindo; que ya casi nunca siento ganas de matarme; que añoro su presencia en la ciudad de La Plata; y que ojalá que se de todo como para que venga a vivir cerca.

Y venga quien quiera a decir lo que quiera, también nos dijimos que nos queremos y que nos extrañamos; que sobre todo extrañamos aquellas tertulias en el bar “La rambla”; que coincidimos en que hizo falta que cerrara el bar para lograr que nosotros nos separáramos; y otra sarta de pavadas elusivas cargadas de machismo, para no sonar tan vulnerables al decir lo que sentimos.

Y si bien en estas pocas palabras no caben dos vidas enteras, y venga  quien quiera a decir lo que le plazca, quiero decir que a mi amigo Manuel lo quiero y lo extraño tanto, pero tanto, como para escribir esta historia que contiene su nombre. La misma que me pidió que escribiera minutos antes de cortar, el otro día cuando lo llamé para saludarlo por su cumpleaños.

A Manuel S. Ochandio

Modesto Iván Zepeda Jr


Ruta al Amor

¿Cómo puedo encontrar el amor? ¿Cómo llego a el?
Mira, veté por toda la avenida del dolor, síguela hasta que pases la desilusión y das vuelta a la derecha en la calle de la angustia, le das por tres mentiras y una izquierda en el bulevar de la decepción y la tristeza.

Te sigues por tres caídas y dos golpes al corazón, y giras a la derecha en la avenida de la soledad y el por que de las cosas, y sigues sin parar hasta llegar a la calle de la tranquilidad y la calma. 

Sigues por dos sonrisas y llegarás a la calle donde todo es posible y giras a la derecha, entre alegrías, caricias y mucho aprendizaje con toques de experiencia, llegarás al paseo del amor, entre pétalos, confeti, serpentinas y una flor, no existe forma de que te extravíes si sigues mis direcciones al pie de la letra, buena suerte. 

Luz Molina


"Niño hombre poeta"

Niño poeta
que juega entre letras,
Que con muchos chollones
aprendió a leer.

Lleno de ilusión
corría a su escuela,
lejos de su casa
por un callejón.

Nada le impedía 
llegar a su clase,
con mucha alegría
ponía atención.

Siempre de primero
levantaba su brazo,
cuando la maestra
preguntaba algo.

En su redacción
brillaba un poema
que con delicadeza 
daba a su maestra.

El niño creció
entre limitación y pobreza
pero jamás le faltó 
un buen corazón.

El cielo es testigo 
del largo camino
de piedras y espinos 
que has recorrido.

Poeta que juegas con letras: 
La vida te dio una gran lección
de amores y sin sabores,
De risas y lágrimas...

Trillaste el camino
dejando semillas,
que en un largo tiempo
su fruto darán

Muchos leerán tus lindos poemas,
recordando al poeta
que con pluma en mano, y una hoja en blanco 
Vida les dio.

Luz Molina


ESPERANZA 
Sus ojos brillan como lucero 
de saber que pronto llegará
lo que tanto le ha pedido a Dios. 

De regreso la encuentra sentada en la cama, 
como si el tiempo no hubiese pasado, 
le miró fijamente en sus ojos 
y una lágrima brotó y rodó por sus mejillas. 

El silencio fue roto 
cuando de pronto salió un suspiro de su corazón. 
Extendió sus manos y la abrazó contra su pecho, 
con lágrimas y dolor le dice: "Perdóname mamá". 

Danilo Zárate Pacheco


Suspicacia

Si
todo
existiera
por el mero hecho
de hacernos valer como vivos
Si
todas
las palabras
que alguna vez emití
cultivasen más que un canto
quizás podría materializar mi clamor
en algo que justifique las horas que dedico a mis sueños. 

Aunque fuese más que palabrería para los idiotas
me gusta jugar con la retórica que promulgo
mientras algunos dudan lo que quieren
y la duda es lo más satisfactorio
para no dejarse estar
mientras aún
existe el
no 

y
dibujamos
formas ridículas
para sobrevivir divertidos
ante una amarga verdad, que nos atormenta,
de no despertar cuando queramos seguir resistiendo,
resistir de la forma más severa y existencial
dejándose atrapar por la esencia
que nos convierte en materia
confabulando sueños
diagramando vida
austera o no
vida

María de Lourdes Casanova


CÓMO CONSOLARTE.

Cómo consolarte amiga
si no se el motivo de tu dolor, 
la razón de tus dolencias 
ni el carma que te inquina.

Cómo consolarte 
si en este momento 
estamos tan distantes y lejanas, 
pero puedo abrazarte 
como si fueras mi hermana.

Sabes, nena
yo también he llorado a mares en mi vida 
y he plasmado en lienzos mi pena
y el sudor de mi alma adolorida.

Solo hasta hoy 
que parece que están sanando mis heridas 
he podido sonreír 
y sin llorar escribirlas.

Ahora que vibro de alegría, 
te la comparto mi querida amiga, 
sécate las lágrimas y que venga para tí
y para mi una sonrisa.

Alegra tu alma 
que son menos las penas compartidas, 
y háblame de tu amor, 
que seguro de amor son tus heridas.

Porque el amor
te desplaza y te domina
porque el amor
te mata y te da la vida.

Gabriel Aviles

Un ángel semidesnudo
No siente el fervor de las letras,
De las metáforas inventadas
Con el ronronear de un gato 
Que se adueña de mi ser
Para acicalar el coraje del plenilunio
Acostumbrado a pútridos cielos
Oscilando entre sexos y falsos te amos.

Jose Luis Del Castillo


SEPARACIÓN

El día se vuelve noche
en dos gritos desarrapados
la mirada busca 
el techo protector

y encuentra el barrio
de los vecinos de nadie
los ojos que no ven
y tu corazón que no siente

las manos en los bolsillos huérfanos
la risa en el recuerdo profanado
la ropa en un armario de palabras
que ya no es compartido

no es tuyo
ni mucho menos mío
es una torre en ruinas
con los cabellos de niebla

no más llegadas a casa
no más juegos de niños
en realidad
ni tú ni yo más niños

no más echarte de menos
en pastillas con receta
ni más abriles
ni menos rezos

ni más nada
que la nada gris que nos separa
ni más mentiras que las tuyas
ni más llagas para cicatrizarlas

no quedan horas
que secuestrar a las noches
para sembrar palabras
ni rescates para pagarlas

has hecho tu maleta
con los restos de mi vida
dejando de ser quien eras
para ser tú

y subiste al tren del miedo
ese que te lleva sin billete
a la irreversible 
tierra de nadie

ya no me visita la savia
de tus árboles parlantes
y tus sonrisas percuten tercas
contra mis sueños

no me queda ni el silencio
con que amueblarme 
los insomnios
y he de finjir

finjo ser alguien
al que le sobra el tiempo
alguien con zapatillas
de andar por casa

también finjo tener casa
y quien me espere en ella
para quitarme una legaña
de la mirada triste

finjo ser yo quien mintió
y me lo creo 
por no reprocharte
este estúpido infierno

y ya no queda de mi
salvo un amasijo de versos
condenados a ser leídos
solamente en invierno.

Modesto Ivan Zepeda Jr



Valora

Si el amor te toca
Si el amor te canta
Si el amor te hace reír 
Si el amor te lee poesía 
No lo ignores 
No lo desprecies 
No lo rechaces 
Si el amor te besa
No le des la vuelta 
No lo desaires 
Valora el momento 
La oportunidad de vida 
Alienta esa ave de buen agüero
No le des tu espalda 
Es un lujo que después no podrás pagar
Sal y dale la cara 
Porqué quien desprecia 
Un buen amor 
Le esta dando un revés 
A la vida y al creador 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Humberto Dib


Burbujas cúbicas

La forma que las caracteriza no les permite elevarse a la misma altura que la de sus colegas esféricas, pero son extremadamente bellas, eso nadie puede objetarlo. Es verlas y sentir un extraño placer por lo ingenuo, usted sólo tiene que agacharse un poco para apreciarlas en toda su dimensión, flotando justo en su nivel. Cuando me topo con alguna, puedo quedarme minutos admirándola, alelado por su extrema sencillez, por ese sentido de la sostenibilidad precaria y sin embargo tozuda que tanto las define, hasta que su explosión predestinada nos sorprende a ambos y nos reinserta en el ciclo de la vida efímera. En el caso de que usted quiera crear las suyas propias, las burbujas cúbicas no se forman con detergente, debe usar jabón neutro, de Potentia Hydrogenii 5.5, sin embargo quedan más etéreas cuando se utilizan geles fluidos, incoloros y de escaso -o ningún- aroma. Es necesario que el soporte desde el cual se sueltan sea de ángulos rectos, en lo posible de alambre de aluminio, ya que es de fácil manejo y bastante económico, pero evite doblarlo repetidas veces pues podrá provocar su calentamiento o, en casos extremos, llevarlo a que se parta. El soplido para liberarlas de su estructura tiene que ser muy delicado, pues las burbujas cúbicas son muy quisquillosas, suelen considerar cualquier impulso de energía heterodoxa como una muestra de agresión hacia su esencia cubil... cubal... cubical. Esté alerta, generalmente van acompañadas de otras más pequeñas -las burbujas rémoras- que también son hexaedros y están siempre dispuestas a unírsele o a destruirlo, de acuerdo al momento o a su conveniencia. Aunque usted no lo induzca, el estallido de las burbujas cúbicas es inevitable, si está demasiado cerca, probablemente le provoque ardor en los ojos, pero con un sencillo enjuague con agua mineral o té verde volverá a ver las cosas con normalidad.

Nancy Mejía


LA NIÑA.

La tierna sonrisa que habita en su cara 
de ojitos azules y linda mirada
pupilas brillantes, mejillas rosadas,
suave piel de ángel y trenzas doradas.

Es ella la niña, la hijita mimada
más lejos que el cielo, es ella adorada
la quiere la vida, de ella enamorada,
la quiere la luna de cara plateada.

Y como a un tesoro, muy bien custodiada
se cuida a la niña de trenzas doradas,
por malos e injustos es muy codiciada
que buscan robarle su tierna mirada.

Camino a la escuela, su mano es llevada
por una viejita de cara arrugada
la deja en la puerta, con fe ilusionada
de ver a su niña tras horas pasadas.

La tierna inocencia de niña mimada
distrae sus quehaceres, se siente asombrada
un hombre sonriente, de cara pintada
le ofrece los dulces que a ella le gustaban.

Buscando el banquete de gomas rosadas,
se acerca la niña de trenzas doradas
y sin darse cuenta, dormida, engañada
perdió la inocencia y cerró su mirada.

Angustia en el pecho, lágrimas plateadas,
dejaron la muestra de un alma atacada,
la hallaron sin vida, con ropa rasgada
y un gris pasaporte que al cielo llevaba.

Mujeres y hombres con alma malvada
que atacan el cuerpo de niñas mimadas,
sacian la codicia, de sed desalmada
condenan los sueños, a tumbas cerradas.

Danilo Zárate Pacheco


Sudeste

No sé si alguna vez
de mi boca
podrá salir frase hermosa,
o mis pensamientos
sean la propia empresa
de un sinfín de sentires.

Quizás sea yo la espalda al río,
siempre está de lado
donde el sol da sombra
Buenos Aires tira sus desperdicios
tiñendo un horizonte marrón
donde barcos convergen
líneas sobre el agua
que ahogan mares recuerdos.

El corazón una burbuja estéril
bombea lágrimas argentum

La risa gris europea te enmanta diosa
y baña en sangre verde oscura
mientras se apodera de tu inocencia aborigen
de madres que paren gritos
en tierra fértil sucumbida de asfalto

Yo no sé cuán oscuro quedó tu pasado
cubierto en verdades ajenas
impuestas por un lenguaje risueño
llenando de zetas un aire agónico, galopante,
que trae el sentimiento de sudeste
demostrando su bravura

Si te besara, gris y lejana,
cuando el sol ya no te ilumina,
dejaría de sentir esa bruma
y te perdería para siempre.
Ahí radica tu belleza,
donde la lujuria te envuelve
y el deseo se hace eterno.

IGNACIO M. PIS DIEZ PELITTI


ASINCRONICIDADES

Apagó el sueño, hizo pis en el despertador, se lavó el baño y bebió unos dientes antes de cambiarse los mates. Se sacó la ducha y se dio una ropa reconfortante.



Antes de salir,  cerró la puerta con el celular, miró la hora en las llaves, llamó a la calle y salió al ascensor.

Caminó los compañeros que lo separaban de la oficina y al llegar saludó a todas sus cuadras, para luego sentarse, como todos los trabajos, en su puesto de computadoras frente al día.

Cuando terminó de despabilarse, se presentaron las dudas: “¿Eché llave a la puerta antes de salir? ¿Cerré el gas de las hornallas? ¿Habré apagado el calefón? ¿Me puse ropa limpia?”

“Parece que sí”, se dijo. Sacudió levemente la cabeza para borrar la modorra y cualquier vestigio de duda, se encogió de hombros para restituirla un poquito, y notó con satisfacción que su cuerpo y su mente comenzaban a sincronizarse.

Agarró el mouse de la PC y el movimiento brusco que efectuó, hizo que el teclado, junto a  la mitad de los objetos que había sobre el escritorio, se desplomara violentamente contra el piso.  

Por suerte, la jornada laboral ya estaba terminando.

Oscar Patricio Novoa


Marina Aguirre

Piel de salvia

Puerta cerrada
resguardo de tu tiranía
huracán que destruye
el alma de quien  acaricia
Glaciar que quema
toda raíz de alegría

Ventana cerrada
a tu luz de fantasía
no ves las estrellas
el cielo no te conmueve
Como mis palabras lo harían?

Alma cerrada
a la posibilidad
a quererte
Luchando y batallando
al mínimo deseo que exista
de volver a verte.

Alejándome 
de tu obituario
de palabras afiladas
que cortan las mías
que tiñen de negro
el brillo de mis besos.

Protegiéndome
de tu piel de salvia
armadura que lastima
Tus instantes de color
creadoras de ilusión
que sucumben
en horas de tempestad.

Olvidando
miradas de cristal
estrofas de conversaciones
la significancia de tu presencia
el  valor de tenerte
la espera de la felicidad
que no sos capaz de crear. 

Maria Del Carmen Pedrozo

"MIS HUELLAS"

_*Caminaré a la orilla de la playa 
y que las aguas cristalinas
bañen mis pies desnudos.

_*En la arena escribiré tu nombre
para que las olas borren mis recuerdos.
Me susurra el canto del mar 
y me acaricia el viento la cara
mientras juega y me despeina.

_*Alas blancas revolotean sobre mi
bellas aves me acompañan.
Elegiré la roca mas bonita
para tallar un poema inmortal
y dejar mis iniciales con interrogantes.
Para los que los que vengan
después de mi escojan seguir
o quieran quedarse.

_*A escribir cosas lindas
o simplemente como yo
escojí de esta manera
dejar mis huellas.

María de Lourdes Casanova


LÁSTIMA.

Somos un dechado de virtudes 
pero cada quien a su manera 
miramos las mismas nubes.

Somos dos almas 
que se esfuerzan por juntarse 
aunque ninguna sabe 
como son sus alas.

No sabe ninguna lo que es la otra 
y menos conoce 
de su paz y sus derrotas.

Por eso te invito 
a mirarme ajena, 
a sentirme luz 
pero que cada día termina 
y se vuelve tinieblas.

Que nazca el amor 
que nazca la ternura 
en esto que nunca 
quiso ser una aventura.

Te invito a mi vida, 
te invito a mi alma, 
te invito a acunarme 
entre tus brazos sin pena ni gloria, 
que ya quiero verte 
y ver tu sonrisa.

Ya quiero pasar 
de ser tu gran ilusión 
y empezar a meterme en tu vida, 
de a poquito, 
de a palabras , 
de miradas, 
de versos y sonrisas.

Te pienso, 
te quiero 
quiero contigo 
continuar mi vida.