viernes, 4 de octubre de 2013

Humberto Dib


Identidades

Me gusta mucho pasear por Palermo Hollywood: comienzo por Gorriti al 5500, doblo en Arévalo, me siento a tomar un café y a leer el periódico en la Patisserie Oui Oui de Nicaragua, luego retomo el camino por Fitz Roy hasta completar el circuito. Lo hago una, tres, muchas veces por día; es todo un placer. Para el que no sepa de qué estoy hablando, ésta es una zona de Buenos Aires que está llena de estudios de televisión, productoras, radios, platós de cine y demás, de allí el agregado de Hollywood a Palermo. Eso hace que las calles estén siempre atestadas de personajes famosos, y el que no lo es, se viste como tal y se comporta de una manera tan afectada como para darlo a entender, con lo cual nadie sabe quién es quién o cuál filmó qué o cuándo apareció dónde (ya ni sé lo que escribo). El hecho es que somos siempre los mismos los que recorremos esas treinta cuadras, andamos escudriñándonos los unos a los otros -estrellas y estrellados-, con ese obsceno ojo cómplice de los que saben que pertenecen a la misma casta. Precisamente, hace dos días, una chica muy bonita me detuvo para pedirme un autógrafo, "usted no es el de...", intentó preguntarme, pero yo se lo negué rotundamente antes de que terminara la frase, y me alejé con tranco arrogante. Ella se enojó mucho, aunque estoy seguro de que no supo bien a quién acababa de insultar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario