martes, 9 de abril de 2013

La casilla de los Morelli.

En el siguiente Facebook que recomendaremos a continuacion, podremos encontrarnos con un sitio dedicado a la literatura y en el cual se valora a los grandes escritores. Tambien, podremos encontrar reseña a los libros que se publican en su editorial "Tiempo Sur". Aqui les dejo el link y dos articulos extraido de su Facebook.
Facebook "La casilla de los Morelli"


Un momento para Néstor Tellechea

De reciente aparición, "Cuatro momentos" es lo que es, lo que parece ser, lo que no puede ni pretende ser otra cosa. Porque en la poesía de Néstor Tellechea lo importante no es el recurso artificioso, el giro inesperado, el final imprevisible (y por lo tanto anunciado). No. Aquí se trata de otra cosa, aquí está el ritmo pausado de una voz, el sereno andar por ese laberinto que son las palabras, la tranquila insistencia, el lento tejer y destejer imágenes, situaciones, momentos, aquí hay intentos y fracasos, miedo al fracaso y maravilla ante el éxito. Aquí hay un hombre, uno que pregunta y que piensa y que siente, y que sobre todo se pregunta, se piensa y se siente.
Y así, y de ninguna otra forma, uno se encuentra con un puñado de palabras que no necesitan de nada, o de casi nada para ser eso que ocurre siempre sin permiso, sin preámbulos, sin porqués, sin posible explicación, eso que no podemos nombrar de otra forma, porque todo lo excede: La poesía.

Un fragmento de "Cuatro momentos"...

(...)

río de voz grande que se movía
como dedos que avanzaran
y retrocedieran por debajo
de una tela azabache
de terciopelo azul y vacío
las solapas y el último botón de la campera
bien apretados sobre el cuello
porque el frío pegaba
como si fuera una lluviecita
de espinas fugaces
pegándole seguido con los tacos a la vereda
tiritando de empecinamiento
entonces

escribir
es un silencio estallado

escribir
es un silencio estallado

y un poquito más allá
mi sombra adelantada hacia
lo que de a ratos
vuelve a vivir
y desaparece

la imagen
de esa nochecita
o ese amanecer
en la que hayan terminado
de romper toda la vida

(...)


Crónica de un viaje con escalas, Fabián Petroni

Cosa curiosa. Pero, claro, no es que no haya explicación... es sencillamente que si uno no sabe de antemano resulta curioso, es que resulta curioso aunque uno sepa de antemano.
He estado leyendo con gran placer y sorpresa injustificada el primer libro de Fabián Petroni, una especie de amigo. Y he aquí lo personal, y he aquí la confesión, y he aquí lo importante... porque quien lee -al fin y al cabo- soy yo: No conozco a ninguna persona más distinta de mí que Fabián, no conozco tampoco a ninguna que se me parezca tanto. La lectura de su libro es, entonces, una suerte de revelación de lo ajeno y una suerte de reconocimiento de lo propio. Una experiencia extraña, "cosa curiosa"... como dije al principio. Presiento que, sin embargo, esto no tiene nada que ver conmigo. Presiento que es más bien cosa de Fabián, presiento que ese es él, o que ese es su talento como escritor.
Yo tengo mis propias teorías sobre el arte y -especialmente- sobre la literatura, teorías que pueden estar bien o que pueden estar mal. Sería largo explicarlas y seguro que este no es el lugar. Sí diré, en cambio, que cuando un autor deja de ser autor para imponérsenos como "personaje que escribe", que cuando un autor logra, a través de una obra, hacernos pensar más en él (o en nosotros mismos) que en la obra en sí, que cuando un autor se impone (y nos impone) por sobre sus personajes, por sobre sus imágenes, por sobre sus palabras... bueno, eso es algo, algo difícil, algo precioso, algo del orden del arte o de la magia que supone el arte.
"Crónica de un viaje con escalas" es un libro curioso: No es un libro de cuentos, no es un libro de poemas, no es un libro de reflexiones, no es un libro de prosas poéticas... es todo eso y algo más: Es un puente que une a una persona con otra persona, a un lector con un autor, a un tipo (o a una tipa) con este tipo que es Fabián Petroni, o que es lo que Fabián Petroni ha decidido ser aquí, para nosotros. Y a uno no puede no caerle bien ese tipo melancólico, cansado, esperanzado, irónico, lúcido... uno se siente acompañado, uno tiene ganas de seguir en su compañía y escuchar aquello que tenga para contar y compartir eso que se deja sentir en sus poemas y pensar con él cuando piensa.
Yo no sé mucho de literatura, sé apenas lo necesario para gozar de ciertos libros. Digo -porque no puedo decir lo que no es mío, porque sólo puedo decir lo que está a mi alcance, lo que sé- que he gozado de la lectura de este libro, que ha sido para mí una forma del diálogo, una revelación, un encuentro y un reconocimiento. No me queda más que agradecer ese goce.

Facundo Morelli

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