jueves, 11 de abril de 2013

Xul Solar y la panlengua


La panlengua

Simultáneamente con el neocriollo, Xul inventó la panlengua, un idioma universal, monosilábico, sin gramática, que permitiera la comunicación universal. Era una alternativa al esperanto, esa lengua utópica creada en 1887 por Luis Lázaro Zamenhof (1859-1947), soñador nacido en un enclave situado entre Polonia, Rusia y Lituania, es decir, un territorio que era un aquelarre de idiomas. La panlengua provenía, como el esperanto de Zamenhof, de otra ensalada lingüística, en este caso de la familiaridad de Xul con distintas lenguas, de las que llegó a dominar el castellano, italiano, alemán, francés, inglés, portugués, guaraní y ruso, además del latín, griego, 4.000 palabras del chino y estudios de sánscrito. Sostiene Jorge López Anaya que Xul, al inventar la panlengua,

"retoma el antiguo sueño de una lengua adánica, que fue desarrollada en innumerables versiones por la teología, la liturgia y los mitos. Era lengua de origen divino que, en principio, permitía la comunicación directa con Dios. Esa lengua única podría ser suficiente para toda la humanidad si los hijos de Adán y Eva hubiesen vivido en el Paraíso, si no hubiera existido el pecado original y la expulsión del Edén".

Adán y Eva fueron echados del paraíso y se desintegró la lengua adánica. Desde entonces los idiomas, en lugar de ser un puente de unión entre los hombres, han sido barreras; por eso las mitologías incluyen versiones del antiguo Babel y algunas lenguas a lo largo del tiempo han intentado ser la matriz de una universalidad, como en su momento el griego, el latín, y más tarde el español, el holandés, el francés o el inglés. López Anaya señala que "Leibniz, Spinoza y otros pensadores estaban convencidos de que con una lengua compartida finalizarían muchos conflictos y errores humanos. Las lenguas artificiales, según lo recuerda Georges Steiner en su Después de Babel, desde el Volapuk de J. M. Schleyer (1879) hasta el Esperanto de L. L. Zamenhof (1887) son auxiliares creados para facilitar relaciones económicas y sociales y atenuar los efectos del aislamiento chauvinista en un mundo lleno de tensiones".
El cuento de Borges "El Congreso", incluido en El libro de arena 11975), fue quizás el último de los relatos en clave que escribió y en él retrata a muchos de sus amigos de los años veinte. Ese cuento es crucial para interpretar el mito de la comuna anarquista supuestamente fundada por Macedonio Fernández en la selva paraguaya en los primeros años del siglo XX. En mi Macedonio Fernández. La biografía imposible (2002) analizo en detalle las complejas conexiones entre aquellos episodios, la realidad de Borges, Macedonio y otros personajes de la época y el nacimiento de diversos mitos literarios. Está también Xul en medio de estos hechos, con su inclinación por las sociedades secretas y esotéricas. Baste señalar aquí que Alejandro Ferrari, el protagonista del cuento, es enviado a Londres por El Congeso, esa organización mundial -que podría tener algo del Pan Klub de Xul- para estudiar... el esperanto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario