sábado, 23 de marzo de 2013

Macedonio Fernandez


CREIA YO
No a todo alcanza Amor, pues que no puedo
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte puede
si en corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco Muerte puede, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.

HAY UN MORIR
No me lleves a sombras de la muerte
Adonde se hará sombra mi vida,
Donde sólo se vive el haber sido.
No quiero el vivir del recuerdo.
Dame otros días como éstos de la vida.
Oh no tan pronto hagas
De mí un ausente

A MANOS TEMBLOROSAS CAYÓ EL AHORA DE LO QUE TEMBLÓ EN EL PRESENTIR
Ya es este el día, el presentido día 
que temblaba en nosotros al pensado 
entre los por venir del amor nuestro. 
Día que habría de brillar sólo para uno de los dos 
y en que vería mis dedos infelices llegándose a sus ojos 
sin mirada, para correr los párpados. Que cubrieran 
de miradas a los que ya eran ojos sólo para ser vistos.
Y el ausente de mí.
¡Que no te lleves mi Hoy!
Quisiera estarme todavía en mí.

Hay un morir si de unos ojos
Se voltea la mirada de amor
Y queda sólo el mirar del vivir.
Es el mirar de sombras de la Muerte.
No es Muerte la libadora de mejillas,
Esto es Muerte. Olvido en ojos mirantes.

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