domingo, 24 de marzo de 2013

María Amparo Lamas Abella



Bésame mucho,bésame tanto.

Bésame, bésame tanto.
Que nunca alcance ese mucho
necesario para saciarme,
para no deshidratarme
con tus besos de agua y sal.
Bésame en el acto,
haciendo de este tacto
caramelos de néctar y miel.

Bésame, bésame infatigablemente.
Para que nunca llegue a la meta,
al futuro que nos prometen
unos labios que no sean los de hoy.

Bésame, bésame renovado.
Vaciémonos de nuestras ganas
dejemos las pozas secas
que no nos quede ni una gota por proporcionar.

Bésame con tus manos transmutadas en labios.
Encharcando con tu lluvia húmeda,
mis apetitos de mujer.
Bésame con tus pupilas negras.
Incrústame en el lecho de nuestro placer,
sin miedo al después.


Mírame y bésame.
Bésame y quédate,
un relámpago , una exhalación ,un siglo, un” este nuestro beso”.
Dejémonos llevar por el amor.
Que nos transportará
al edén de nuestros sensuales y sorprendentes besos.
Besos confetis.
Besos sol y esmalte purpura pasión.
Besos placidez.
Besos conciliación.
Labios fundidos con besos tostados
al calor de nuestro amor.
María Amparo Lamas Abella

No hay comentarios:

Publicar un comentario