domingo, 17 de marzo de 2013

Patricia Angulo



Mentirosa

Sin embargo esto es verdad.
No soy poeta, ni narradora, ni cuentista ni escritora ni nada de eso.
Soy mujer de entrecasa que entre cocina   lavarropas   mercado   salsas   inventa   adultera fantasea   improvisa   miente

soy eso desde muy chica: una mentirosa.

No mientas me decían, y yo mentía, mentía y mentía a sabiendas de que la nariz se me haría un tobogán y la espalda se me convertiría en un lomo de camello.
No mientas me decían y no me importaba,
yo mentía.

Las orejas me picaban y mentía. Los ojos se me volvían luceros y mentía. Falseaba los colores, confundía roles, inventaba lugares, alteraba circunstancias -es que la realidad era tan llana y lisa- ¿Cómo contar un naufragio rodeada de tiburones a los cinco años? ¡Hay que mentir! Pues ahí estaba mi justificación
y mentía.
No mientas me decían y yo decía que si,
que bueno,
pero no podía con mi genio,
iba y mentía: había un barco gigante, un puerto cuyo nombre siempre cambiaba y olas huracanadas que me traían de España, único lugar del mundo que yo sabía lejano con certeza, iba y venía en mi barco de papel 
atravesaba borrascas   
sirenas y piratas eran mis amigos

Se me caían los dientes por mentir, y el ratón Perez no venía.
Por eso, por decir mentiras y no me importaba, era tan fácil contar otras cosas, que iba feliz por la vida con mi tobogán colgando de la cara, con mi joroba y mis orejas picosas y mis ojos de farol y mi boca desdentada.
¡Mentirosa!
me decía yo misma cuando con culpa me miraba en el espejo
¡te vas a volver fea como una bruja!
y los hombros se me levantaban como alas
A nosotros no nos importa –me decían-

¡Mentirosa!
-me decía el espejo- 
juro que el espejo tenía voz latosa, créanme por favor, me decía cosas!
Se ponía en mi contra, me decía -No hay tobogán, no hay joroba ¡mentirosa!

Yo miraba bien  bien  bien, cerrando el ojo malo
y era cierto en mi cara vivía mi nariz de tomate, en mi espalda no había desviación   ¡qué aburrido espejo!  
se merecía mi lengua larga  por molesto

mentirosa me decían
y yo mentía
mentía.

Y acá entre las letras me he vuelto niña-vieja de entrecasa
digo que escribo, 
pero miento
juego en la escritura y eso me alcanza. 

-Patricia Angulo-

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