lunes, 30 de septiembre de 2013

Locarve Tea


REGRESÓ DEMASIADO TARDE

Llegó una tarde triste y lluviosa,
lo hizo inesperadamente y sin aviso,
sucedió después de muchos años de ausencia, 
al verlo me sorprendí, no lo reconocí.

Su carita bonita... la que me cautivó,
no era la misma estaba marchita, 
de ella ni rastro quedó,
la vida que llevó la consumió.

Sus ojos bellos color cielo que con tanta dulzura
un día me miraron y me enamoraron ,
habían perdido su ternura y su hermosura,
de ellos ni huella quedaron.

Sus labios carnosos, sensuales y rojos,
que tantas veces me besaron
y hasta la locura me llevaron,
estaban secos se habían marchitado.

Su aspecto ya no era el mismo, era nefasto,
era distinto, era extraño, era otro ser,
me costó reconocerlo, me llevó un rato,
traía el corazón y el alma a punto de desfallecer.

Olía a tristeza, a soledad, a abandono,
la vida desenfrenada, loca y bohemia que llevó,
temprano factura le pasó,
mi corazón que un día lo amó, pena de él sintió.

Lo invité a pasar...nos sentamos y hablamos,
entre café y café , nuestra historia recordamos,
pero eso ya era pasado, el mundo había girado
y de nuestro amor ya nada había quedado.

Caía la noche cuando se despidió,
esbozó una sonrisa, besó mi frente y se marchó,
lo vi partir sin moverme del sitio...impávida y triste,
ese que regresó, no era el hombre que amé yo. 

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