lunes, 30 de septiembre de 2013

Matias Berrondo

Concepción del sueño

Me quedo en tu mano, me apaga
este final
y crece
tu cara en la luna
es un desierto
que voy a llenar.

Los gatos marcan las paredes de la noche.
También podés dormir sin pensamientos.
No soy dios, no creo en su paisaje;
nado sin mensaje en territorio antiguo.

Todo lo que aprendí
cae de mis sueños,
son hojas sueltas.
Me dijiste abrir la puerta
para dejarme pasar
defender la piel de un hombre nuevo
con un alma nueva,
vengo del rayo que deslumbró el mar
siete mil años
perdido
y encontrado.

La madrugada se dobló sobre mi cuerpo, cerró
la tapa del libro negro. Ya puedo
dejar de escribir;
puedo empezar
a bailar
con tu sueño.

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