miércoles, 28 de agosto de 2013

María Amparo Lamas Abella


El destino.

El hilo del destino se estira y afloja.

Se despeña por la derecha,
sucumbe en el este,
enervándose en el entrecejo del oeste.

El hilo se torna seda,
se eleva , disgrega de su prisión.
Mariposa libre,
pernocta en tu pelo.
Delfín danzarín, 
rebusca a su sirena.

El ciclo del azar se hace un lío.
Las estaciones le asedian,
los minutos se tornan años.
Agua guarnecida con brisa,
cielo cuajado de nubes claras,
cielo estrellado sin rumbo fijo.

El día es insípido si no estás tú.
El futuro está manco,
sin ti de la mano.
Viudo está el tiempo,
desfila, clama tu ausencia.

Si el sino no nos sale al encuentro,
revuelvo, olfateo, escarbo hasta localizarte.
Continentes ,nirvanas, escombros,
en algún lugar se ensamblará nuestra parte.

Golondrina etérea,
se asienta en tu vida.
Colibrí arco iris,
se engarza en tu dedo.

¡Y el hilo negro se convirtió en blanco!

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