De mi vuelo que antes de ser paz
fue transeúnte
de un callejón sin salida
a las entrañas…
Un vuelo al ras de la mentada sinergia
de las bocas que apedreaban las heridas…
Antes de elevarse
al sempiterno idilio de Ícaro,
se hizo espuma y roce por la tierra.
Y fui Caín en soberbia ternura
y Abel en guerra de mentiras.
Antes del vuelo
ese de planear al costado de la luna
por miedo a que roce el crepúsculo.
Porque me han quemado las alas
y caí estrepitosamente
frente al Partenón de tus sienes
y morí en la batalla bestialmente…
Hoy en este bastión de hondonadas celestes
asumo la altura de las aves
y comulgo bajo el agua
como los legendarios peces…
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